Propiedades de la sabila
Con abundantes y documentadas referencias de estudios in vitro, en animales y en humanos, Ricardo Gampel desarrolló las propiedades y aplicaciones del aloe vera. Respecto a su actividad sobre la mucosa gastroduodenal destaca el efecto protector ante lesiones de la mucosa gástrica, su actividad antiulcerosa, y de inhibición del crecimiento de helicobacter pylori. El acemanano presente en el aloe vera podría ser útil en enfermedades inflamatorias intestinales como la de crohn o la colitis ulcerosa.En el sistema endocrino resalta la actividad hipoglucemiante e
hipolipemiante: "El aloe vera administrado por vía oral es capaz de reducir los niveles de glucosa en sangre, ... Puede tener también cierta actividad sobre los niveles sanguíneos de colesterol y triglicéridos, aunque el mecanismo de acción no ha sido dilucidado".
En cuanto al sistema inmune el aloe tiene actividad inmunomoduladora y antimicrobiana
frente a un amplio número de microorganismos, bloquea la reproducción del VIH y de los herpesvirus y estimula la ctividad de los monocitos y macrófagos. El aloe vera, activo en situaciones de inmunosupresión, es también efectivo en la prevención de estados de inmunosupresión inducidos por radiación ultravioleta y en la prevención de infecciones
víricas respiratorias (gripe, resfriado, laringitis) por inducir la formación de anticuerpos.
Tiene asimismo actividad antiinflamatoria: inhibe la síntesis de prostaglandinas y reduce la migración e infiltración de leucocitos, la liberación de histamina y la síntesis y secreción de
leucotrienos: "La actividad antiinflamatoria del gel de aloe vera se sinergiza con el resto de propiedades (cicatrizante e inmunoestimulante) para facilitar la curación de heridas o frente a procesos artríticos (por sus propiedades antiinflamatoria e inmunomoduladora)".
Para Gampel: "El aloe vera presenta propiedades anticancerígenas y antitumorales.
Especialmente en los sarcomas blandos, el acemanano es capaz de reducir el crecimiento del tumor o producir regresión del mismo. Esta actividad antitumoral, junto a las propiedades
inmunoestimulantes y protectoras de las lesiones inducidas por radiación, determinan la posible aplicación del aloe vera en la prevención de melanomas y cánceres de piel", por lo que se han iniciado estudios para evaluar la actividad antitumoral del acemanano y otros polisacáridos del aloe.
En relación a la piel y las mucosas destacan las propiedades de cicatrización y regeneración.
El aloe vera, ingerido o en aplicación externa, facilita la curación de heridas, quemaduras y lesiones epidérmicas y reduce el dolor: "Se ha mostrado especialmente eficaz en las
quemaduras inducidas por radiación, incluídas las solares, y en lesiones subsiguientes a tratamientos con radioterapia. El gel de aloe aumenta el correcto entrelazado de las fibras de
colágeno sobre la zona lesionada debido a la regeneración celular y tisular promovida por las glicoproteínas, la reepitelización y angiogénesis favorecida por la alantoína, y el efecto antiinflamatorio y antimicrobiano de los polisacáridos y compuestos fenólicos". También facilita la curación de llagas y ulceraciones bucales o lesiones inflamatorias irritativas de la
mucosa gastro-intestinal.
En situaciones donde la curación de heridas se ve afectada y retardada, por ejemplo diabetes, el aloe es especialmente eficaz: "No sólo disminuye el tiempo de curación de las
lesiones, sino que mejora el flujo sanguíneo y mantiene una mayor sensibilidad en la zona lesionada en comparación con otros tratamientos".
No menos importante es su actividad antipsoriásica. Gampel explica que la penetración de los polisacáridos del gel de aloe vera a través de la piel favorece su humectación, ocluye la dermis e inhibe la formación de las placas psoriásicas, de modo que puede reducirse de manera significativa la duración de los brotes.
Ricardo Gampel considera que las alteraciones producidas en la piel por la edad y por las radiaciones solares se deben a que los cambios degenerativos son superiores a la
capacidad regenerativa, lo que se plasma en la aparición de arrugas y cambios en su pigmentación. El gel de aloe, en palabras de Gampel: "Previene el fotoenvejecimiento
prematuro, restablece el equilibrio entre los cambios degenerativos y regenerativos y estimula la síntesis de colágeno y de las fibras de elastina de la piel. El gel de aloe
incrementa el contenido de colágeno soluble e inhibe los enzimas responsables de la formación y acumulación de melanina en la piel, que darían lugar a la aparición de manchas
o zonas de hiperpigmentación"
Aplicaciones e indicaciones
Por vía oral el aloe vera es un gran regulador, depurativo y tonificante general de los órganos y sistemas corporales. Recomendado por sus propiedades cicatrizantes en úlceras yproblemas gastrointestinales irritativos, inflamatorios, fermentativos o infecciosos, y por sus propiedades inmunoestimulantes si se requiere un aumento de las defensas naturales en casos de infección respiratoria, urinaria o ginecológica.
Se recomienda para depurar y desintoxicar en afecciones hepatobiliares y ante una acumulación de toxinas en reumatismo, artritis, procesos alérgicos como rinitis o asma,
gota, y afecciones dermatológicas como acné, dermatitis o eccemas. Ayuda a regular y depurar el organismo y a controlar los niveles de colesterol, glucosa y ácido úrico, así como
la tensión arterial, la circulación venosa y el metabolismo general, por lo que puede ser útil como complemento en dietas de control de peso.
Aplicado externamente es antiinfeccioso, antiinflamatorio y suavizante, favorece la cicatrización y regeneración de la piel y alivia y cura heridas, llagas, eccemas, psoriasis,
golpes, dolores musculares o articulares, acné, manchas en la piel, etc. Alivia el dolor, la irritación, el picor y la inflamación. Aplicado en compresas en los días siguientes a la
quemadura, solar o no, calma y acelera la regeneración de la piel dañada.
Para resumir, en uso interno y externo el aloe vera está indicado en afecciones dermatológicas e infecciones exantemáticas (sarampión, varicela, rubeola, herpes),
afecciones de la mucosa gástrica e intestinal (gastritis, hiperacidez, úlcera gastroduodenal, infecciones gastrointestinales y enfermedades inflamatorias intestinales como crohn, colitis ulcerosa y colon irritable) y de la mucosa bucal (aftas, gingivitis, periodontitis, candidiasis bucal y esofágica), estados de inmunosupresión, procesos inflamatorios y autoinmunes tipo artritis, procesos tumorales, prevención de estados de inmunosupresión y procesos
infecciosos, hiperglucemias e hiperlipidemias.
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