martes, marzo 27, 2012
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En un pueblo sudafricano cobrar la pensión es jugarse la vida, ya que tienen que atravesar un rió repleto de cocodrilos. Este es el caso de Khethile Kubheka, una anciana de 80 años que se tiene que levantar a las cinco de la mañana y prepararse para una larga travesía hacia su misera pensión.
Se reunen un grupo de cinco mujer para ayudarse entre si para aguantar así las fuertes corrientes y los ataques de los cocodrilos. "Es mejor morir por la mordedura de un cocodrilo que morir de hambre sin cobrar nuestra pensión", afirma una de las ancianas.
Las aguas y cocodrilos han acabado ya con la vida de niños y de ancianos. "Acabamos de enterrar a la hija de una vecina que se ahogó arrastrada por las aguas. Conozco mucha gente que ha muerto al cruzar este caudal. Sin embargo, no me asusta mucho, quizá sea un designio de Dios que tengamos que morir así", explico.
Cruzar el rió de unos cien metros de anchura les lleva unos 30 minutos. "Ya tenemos experiencia e intentamos elegir zonas en las que no haya animales, pero no tenemos ninguna certeza de dónde están cuando atravesamos las aguas" relataron.
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