Entregados 110 cadáveres de 361 muertos en incendio de cárcel hondureña



EFE
Tegucigalpa
Un total de 189 cadáveres han sido identificados y 110 entregados a sus familiares, tras el incendio en la Granja Penal de Comayagua, Honduras, el 14 de febrero pasado, que dejó 361 muertos, informó ayer una fuente oficial.
El portavoz del Ministerio Público, Melvin Duarte, dijo a Efe que "de 189 cadáveres identificados, 110 han sido entregados a sus familiares".
Agregó que a "los otros 79 identificados se les sigue haciendo pruebas de verificación" para ratificar su reconocimiento.
El proceso de identificación y entrega de los cuerpos desde el viernes pasado se hace en la Academia Nacional de Policía, al suroeste de Tegucigalpa, por medidas sanitarias y mayor comodidad para los familiares de las víctimas.
La causa del incendio del penal de Comayagua, ubicado a unos 80 kilómetros al norte de Tegucigalpa, "fue accidental", según expertos de la Agencia de Bebidas Alcohólicas, Tabaco y Armas de Fuego (ATF, sigla en inglés) de Estados Unidos.
El 15 de febrero, diez reos quemados fueron ingresados en el Hospital Escuela, de los cuáles siete murieron en ese centro asistencial, uno que se recuperó fue remitido a la Penitenciaría Nacional, cercana a Tegucigalpa y los otros dos continúan en situación "estable pero crítica", según fuentes médicas.
El Ministerio Público reportó el sábado pasado el hallazgo de otro cadáver, entre los escombros del incendio en la cárcel de Comayagua, con el que la cifra se elevó a 361 personas muertas.
La necropsia de los cuerpos, a cargo de forenses de Honduras, Chile, Perú, El Salvador, Guatemala y México, concluyó el 22 de febrero, y ahora el trabajo se centra en la identificación de los cadáveres.
El miércoles se sumó un equipo de expertos españoles en materia forense que llegaron a la capital hondureña para trabajar en la identificación de los restos.

Los tornados han dejado 40 muertos
LOS EXPERTOS SEÑALAN QUE FENÓMENOS SIMILARES SEGUIRÁN REGISTRÁNDOSE EN LA REGIÓN



  • Daños. Habitantes de Henyiville buscan entre los escombros las pocas cosas que pueden salvar.
EFE
San Juan
El sureste de Estados Unidos afronta la amenaza de una serie de tornados que han provocado en la última semana importantes daños materiales y al menos 40 muertos, con 31 fallecidos el viernes, a su paso por el centro del país.
Los servicios meteorológicos nacionales lanzaron este sábado una alerta de tornados que podría afectar zonas de Alabama, Florida y Georgia, en el sureste del país, con vientos pronosticados de más de 120 kmh, lluvias cargadas con granizos de más de 4 centímetros de diámetro y descargas eléctricas.
Este sábado, los servicios de rescate intentaban localizar a posibles supervivientes entre los escombros de las casas destrozadas el viernes por los devastadores tornados que afectaron la región central de Estados Unidos, en especial los estados de Kentucky y de Indiana, pero también Ohio, Tennessee e Illinois.
El último informe provisional estima que 80 tornados devastaron seis estados el viernes, provocando 31 muertos.
Las imágenes del fenómeno climático son surrealistas: camiones y árboles volaron por los aires el viernes con el paso de mortíferas nubes. Varios autobuses escolares se incrustaron contra casas de ladrillo, algunos camiones fueron arrojados a lagos y muchas viviendas fueron reducidas a escombros.
En Indiana, donde 14 personas murieron, según el gobernador, Mitch Daniels, algunas pequeñas localidades casi fueron borradas del mapa. “Los informes telefónicos indicaban que Marysville ha desaparecido”, dijo el mayor Chuck Adams, portavoz del departamento del alguacil.
En Henryville, que cuenta con cerca de 2.000 habitantes, las imágenes de la televisión estadounidense mostraban autobuses escolares volcados y casas reducidas a escombros.
El instituto de Henryville sufrió “bastantes daños”, pero, por suerte, todos los alumnos fueron evacuados y solo algunos sufrieron heridas leves -algunos cortes y magullones-, dijo Adams.
Según el Indianapolis Star, 250 miembros de la Guardia Nacional fueron movilizados hacia las zonas afectadas en helicópteros.
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UNA ALDEA QUEDÓ BAJO ESCOMBROS

En un poblado de unos 2.000 habitantes al norte de Louisville, Kentucky, los residentes tuvieron que sortear los escombros empujando carritos de supermercado para abastecer a los que lo necesitaran de agua y alimentos. Centenares de bomberos y policías recorrieron las calles de la castigada aldea, donde muy pocas estructuras quedaron en pie y donde fueron destruidas la totalidad de sus escuelas. Las tormentas del viernes ocurrieron dos días después que otra ronda de tornados matara a 13 personas en el centro y sur del país, y el Servicio Nacional Meteorológico anunció que habría más días de parecida turbulencia. Para las 10 de la noche, el servicio había emitido 269 advertencias de tornados. En todo febrero fueron emitidas 189.

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