El avión ruso que cayó en Egipto se desintegró en pleno vuelo

Pese a que Estado Islámico se atribuyó el ataque, los expertos no descartas desperfecto técnico EI reivindica el atentado en un video en el que se ve explotar un avión. El avión ruso que se estrelló el sábado pasado en la península egipcia del Sinaí, causando la muerte de 224 personas, se partió en el aire, dijo ayer Viktor Sorotchenko, director de Comité Intergubernamental de Aviación (MAK) de Rusia. Sin embargo, el funcionario apuntó que es "demasiado pronto" para sacar conclusiones sobre este siniestro que fue reivindicado por el grupo Estado Islámico (EI). El presidente egipcio Abdel Fatah al Sisi dijo que "en este tipo de casos, hay que dejar hacer a los especialistas y no barajar las causas de la caída del avión, puesto que esta es objeto de una vasta investigación técnicamente complicada". Dado que todavía no se descarta que un desperfecto técnico haya sido el desencadenante de la tragedia, las autoridades rusas ordenaron a la línea aérea Kogalymavia, operadora del Airbus A321, que no permitiera volar a sus aeronaves del mismo modelo hasta que se conozcan las causas del hecho. Al mismo tiempo, varias compañías aéreas, entre ellas Air France, Lufthansa y Emirates, anunciaron que dejarán de sobrevolar la península del Sinaí hasta que termine la investigación. Investigación El gobierno ruso descartó que el accidente haya sido provocado por la rama egipcia del Estado Islámico que se hace llamar Provincia del Sinaí. Este grupo es muy activo en la provincia del Norte-Sinaí, su principal bastión, donde casi a diario comete atentados que han dejado muchas víctimas entre miembros del Ejército y la Policía. Investigadores rusos y egipcios llegaron ayer en compañía del ministro ruso de Transportes, Maxime Sokolov, al lugar del accidente, donde se encontraron las cajas negras. Rusia también abrió una investigación y registró las oficinas de la compañía aérea y del turoperador. En esta jornada llegarán a Egipto investigadores de Francia y Alemania, algo habitual en los accidentes que implican aparatos Airbus. El ministro ruso de Transportes Sokolov rechazó el sábado la reivindicación del EI y aseguró que los egipcios "no disponen de ninguna información que confirme estas insinuaciones". Por otra parte, el primer ministro egipcio, Cherif Ismaïl, también cree más probable la tesis del accidente y aseguró que los cohetes o los misiles de los que dispone el EI no pueden alcanzar a un avión a 30 mil pies de altura. Los expertos consultados fueron más prudentes a la espera del análisis de las cajas negras y no excluyen otras hipótesis como el estallido de una bomba a bordo o que el aparato redujera su altitud por alguna razón técnica y luego fuera alcanzado por un cohete. El Sinaí es una península semidesértica de unos 60 mil kilómetros cuadrados en el este de Egipto, situada entre el Canal de Suez, al oeste, e Israel y la Franja de Gaza, en el este. En sus costas, bañadas por el mar Rojo, hay varias ciudades turísticas como Sharm el-Sheij, la más conocida, pero todas ellas están lejos del norte del Sinaí, un feudo del Estado Islámico. Durante años, los beduinos del Sinai han sido hostiles a las autoridades egipcias, cuya única presencia en la zona parece ser la de los controles policiales. Muchos se sienten maltratados por las autoridades y reclaman los mismos derechos que el resto de los egipcios. Los habitantes de la región reclaman ante todo escuelas, carreteras y que no haya cortes de electricidad. Según varios expertos, este abandono de las autoridades egipcias y el rencor de la población explican la implantación de los yihadistas en la península, primero los de Al Qaeda, a finales de los años 2000, y más recientemente los del Estado Islámico. Entre 2004 y 2006 se dio una ola de atentados contra las principales ciudades turísticas del Sinaí (Sharm el-Sheij, Dahab y Taba) que dejó numerosas víctimas en la península. A partir de 2011 aumentó la tensión, resultado de la revolución egipcia y de sus consecuencias políticas. Pero es a partir de 2013, tras el derrocamiento por parte del Ejército del presidente islamista Mohamed Mursi, cuando se multiplicaron los ataques.Sin embargo, esta región continúan atrayendo a muchos turistas de Rusia y del Europa del Este. Fuente: AFP, Reuters, EFE

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