MANUEL ANTONIO VEGA
HATO MAYOR.- La práctica de religiosidad popular o brujería, como se le denomina, perdió con la muerte de Juan Palmero, a uno de sus mayores exponentes en Hato Mayor.
Juan Palmero murió, luego de padecer un largo quebrantos de salud, que postró en cama en el sector Ondina, de esta ciudad.
Era propietario de la Botica Jua Palmero, que operó por muchos tiempos en el Mercado Municipal.
Se caracterizó por la celebración de la velación con sonada de atabales anual, a la cual asistían cientos de devotos de esta práctica mágico-religiosa.
Para la velación llegó a construir una ermita o enramada, donde cada año se realizaba un reinado con devotos de San Miguel.
Será sepultado este viernes en el Cementerio Municipal de Hato Mayor.
Estas velaciones, donde se sacrificaban animales como chivos, gallinas y vacas, alcanzaron mayor notoriedad en las décadas de1980, 1990 y la del 2000, donde muchas féminas aprovechaban para escabullirse con sus novios y chulos.
Era el máximo exponente de la religiosidad popular en Hato Mayor, cultura que penetró con la fundación misma del Ejido en 1520.
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