JUEGO DE LAS ESTRELLAS
Béisbol en estado puro
La corneta pinareña, como la conga de los indómitos, ha marcado por décadas la sinfonía particular en los estadios del archipiélago
Autor: Aliet Arzola Lima | aliet@granma.cu
21 de octubre de 2017
BEISBOL
Foto: Desconocido
PINAR DEL RÍO.— Hay pocos sonidos que identifiquen tanto al béisbol cubano como la corneta pinareña. Su estruendo, grueso y armonioso, es la pesadilla perenne de aficionados y peloteros industrialistas, santiagueros y villaclareños, esos que más han sufrido en carne propia la furia de los Vegueros a lo largo de la historia.
La corneta pinareña, como la conga de los indómitos, ha marcado por décadas la sinfonía particular en los estadios del archipiélago, aunque su escenario predilecto sigue siendo el Capitán San Luis vueltabajero, donde este sábado volvió a sonar durante el Juego de las Estrellas de veteranos, un espectáculo de cuarentones y cincuentones que permanecerán en la gloria de nuestro pasatiempo nacional, no solo por su excelencia en el campo, sino también por su entrega permanente.
Para aprender de pelota, para apreciar lo que verdaderamente significa este deporte en Cuba, hay que ver un turno pausado de Juan Manrique, hay que ver el vertiginoso swing de Manuel «El Venao» Benavides buscando el hueco, hay que ver a Ariel Pestano mascoteando y conduciendo a los lanzadores, hay que ver a Juan Padilla fildeando en segunda.
Esas imágenes son béisbol en estado puro, y los fanáticos presentes en el Capitán San Luis lo vivieron de principio a fin en una tarde calurosa y llena de emociones. Si se mira con lupa crítica, no fue un desafío de altos vuelos, no hubo jugadas espectaculares, ni jonrones, pero todos los que saltaron a la grama se llevaron la ovación del respetable.
El primero fue Pedro Luis Lazo, quien retiró un inning a su ritmo, incontenible. Desde el dogout de los orientales, Lázaro Cedeño, líder en jonrones y empujadas de la ronda inicial de la 57 Serie Nacional, dijo que si el Rascacielos pinareño volvía a encaramarse en la lomita al más alto nivel podía sacar dos o tres capítulos.
Mucha razón guarda el toletero granmense, porque Lazo tiró rectas consistentes, al igual que Adiel Palma, a la postre perdedor del encuentro al dejar un corredor en base que a la postre anotó la carrera de apertura. El marcador final fue de 6-0, con papel protagónico al bate de Manuel Benavides y Ariel Benavides, el guantanamero.
«Voy a cumplir 50 años en menos de un mes, pero me siento como para jugar en la Serie Nacional, por eso pude conectar bien hoy. Ganamos como los clásicos equipos orientales, bateando mucho y también con gran trabajo del pitcheo. Ha sido un gran juego, con figuras que dieron todo en los terrenos de Cuba. Ojalá las nuevas generaciones se fijaran y pusieran más bomba y sentimiento para que la pelota vuelva a ser lo que era», aseguró a Granma Manuel Benavides.
Otros que acapararon la atención, como Rey Vicente Anglada, por quien existe mucha añoranza, no solo por sus tiempos de jugador, aquellos de magia alrededor del segundo saco, de carreras endemoniadas por todas las bases y la pimienta en cada lance, sino también por la época como director.
«Quienes querían que dirigiera ya me han visto hoy», dijo el camarero sonriendo. «Estoy muy contento de participar aquí, ya en una Serie Nacional creo que no será, porque es muy difícil, roba tiempo y ya lo que quiero es estar con mi familia. Hoy tuve la oportunidad de estar al frente de todos estos hombres, una gran satisfacción; ellos fueron estrellas y se han entregado al máximo».
Dijiste que no querían perder, le preguntamos, y también sonriendo aseguró que no le salió bien la jugada. «No es por justificar, pero Orientales tenía lanzadores mucho más jóvenes. Fijate, mientras tuve a Lazo y Palma en la lomita controlamos la situación, pero este es un show para que todos salgan al diamante y así fue. Lo importante era disfrutar», concluyó.
Antes del desafío de los veteranos, en las pruebas de habilidades, Roel Santos ganó la carrera de home a primera con crono de 3.65 segundos, mientras Yosvany Alarcón y Geidi Soler dominaron los tiros de los receptores y desde los jardines. En la vuelta al cuadro, sorprendió al novato pinareño Reinaldo Lazaga, invitado a la lid de las estrellas, quien voló sobre las almohadillas en 14.50 segundos.
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