Los restos de un abogado y profesor universitario dominicano, encontrado el jueves en un río con dos bloques de construcción atados al cuello con una cadena y una herida de bala en la cabeza, fueron sepultados hoy en medio de reclamos de familiares y relacionados para que su muerte no quede impune.
Yuniol Ramírez Ferreras, de 45 años, y que dirigía la Convergencia Nacional de Abogados (CONA), desapareció el miércoles tras impartir docencia en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), y su cadáver fue hallado un día después cuando habrían transcurrido entre 12 y 16 horas desde el momento de la muerte, según certificó el médico legista actuante en el caso.
El profesional del Derecho debió regresar a la UASD en la noche del miércoles para impartir docencia nuevamente, pero nunca regresó al campus, donde fue hallado su vehículo en uno de los estacionamientos.
En la chaqueta que llevaba puesta el abogado, cuyo cadáver fue encontrado en un río al oeste de Santo Domingo, fueron hallados dos comprobantes de dos entidades financieras, indicaron los responsables de las pesquisas, que por el momento no descartan ninguna vía de investigación y siguen investigando el caso.
Ramírez Ferreras fue sepultado hoy en el Cementerio Cristo Salvador, en la capital, donde su hermano Ramón Ramírez Ferreras, aseguró que la familia estará "vigilante" hasta que se haga Justicia.
"Estaremos vigilante, como un guardia, para que los que sean sometidos a la Justicia sean verdaderamente los autores" del crimen, dijo, y pidió la colaboración de la UASD y del Partido Revolucionario Moderno (PRM, principal de la oposición), al que pertenecía el jurista, hasta lograr justicia.
El abogado y profesor había denunciado diferentes casos relacionados con corrupción que generaron gran controversia en el país y fue precandidato al Senado en las elecciones pasadas por el PRM para representar a su provincia natal, San Juan de la Maguana.
El PRM expresó su condena por el "acto criminal" contra el abogado, al que definió como "infatigable luchador por la decencia y progreso con equidad de nuestra sociedad".
A su entender, dicho crimen, "cometido con premeditación, asechanza, alevosía y saña" pone de manifiesto "la inseguridad que vive la sociedad dominicana, fruto de la ausencia de un régimen de consecuencias y la impunidad para los violadores del sistema judicial dominicano".
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