Velatorio. El cadáver de Carmelo Amaro fue sepultado ayer en el cementerio Cristo Redentor, alrededor de las 4:00 la tarde.

miércoles, 27 de junio de 2018 Dan último adiós Claman porque den con asesinos Claman porque den con asesinos Velatorio. El cadáver de Carmelo Amaro fue sepultado ayer en el cementerio Cristo Redentor, alrededor de las 4:00 la tarde. Javier Flores Santo Domingo “¡Papi, yo te amaba, sabes que era así!”, gritaba Rut Amaro ante el ataúd con el cadáver de su padre, Carmelo Amaro, quien fue asesinado el lunes cuando intentó evitar un asalto en el sector Villa Aura, en Santo Domingo Oeste. En la funeraria Blandino de Herrera, donde fueron velados los restos de Amaro, familiares, amigos y compañeros de trabajo acudieron a darle el último adiós, mientras reiteraron que era un hombre que no se metía con nadie. “Mi papá murió tratando de salvar a alguien que ni siquiera conocía, eso te debe de decir qué tan buen ser humano era él. Nos formó con valores y principios procurando el bien común sobre su propio bienestar”, expresó Rut, la segunda de tres hijos que tuvo Amaro. El hijo mayor de Carmelo, Gidel Amaro, también corroboró las declaraciones de su hermana y refiriéndose a su padre como un héroe anónimo y alguien que vivió toda su vida en paz sin ningún problema ni mala intención contra otra persona. “Mi padre fue alguien que andaba siempre procurando porque se haga lo correcto, se pasó toda su vida haciendo las cosas bien porque su meta era ver algún día una República Dominicana con valores, e inculcó eso en nosotros, a siempre hacer el bien por encima de todo”, exclamó Gidel, de 42 años. Gidel Amaro espera que las autoridades logren dar con los responsables de esta tragedia y que les caiga todo el peso de la ley, mientras aconsejó a la juventud a entregarse a Dios para que salgan de las calles. Amaro era la mano derecha del síndico de Santo Domingo Oeste, Francisco Peña, a quien acompañaba a ejercitarse todas las mañanas

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