“Tengan la seguridad de que la Policía Nacional no descansará un minuto, incluyéndome a mí, que no hemos dormido nada, que ese maleante o se entrega o lo buscamos debajo de la tierra o donde esté”. Insistió que el crimen no quedaría impune y resaltó las cualidades del policía, diciendo que fue “un agente ejemplar y de trabajo que, incluso, acababa de graduarse en la universidad”.
miércoles, 25 de julio de 2018
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PN abate a 2 hombres que mataron sargento
CUERPO POLICIAL HABÍA PROMETIDO CRIMEN NO QUEDARÍA IMPUNE
Dos hombres que eran buscados por la Policía, acusados del asesinato a tiros en La Romana de un sargento de ese cuerpo del orden, cayeron abatidos a balazos en lo que la institución de orden público calificó como “un enfrentamiento” con una patrulla en el tramo La Vega- Bonao.
Kevin Peña, alias Bubloy, y Julio Alfredo Ortega Tiburcio, murieron en un tramo de la carretera que une a La Vega con Bonao, a consecuencia de varios disparos hechos por miembros de un equipo que les buscaba por el crimen del sargento José Antonio Mateo Lara, de 38 años de edad. El suboficial fue y despojado de un fusil M-16 la noche del pasado sábado y acribillado a tiros en el sector Piedra Linda, del municipio Villa Hermosa, de La Romana.
Las autoridades confirmaron la muerte de ambos individuos y recuperaron el fusil M-16 que despojaron al sargento Mateo Lara, quien fue muerto frente al colmado “Los Haitianos”, de Villa Hermosa, la noche del pasado sábado.
Escape y final
Tras cometer el crimen, Bubloy y Ortega Tiburcio huyeron hacia las localidades de La Vega, donde fueron ubicados y perseguidos “tras una ardua labor de inteligencia de los organismos policiales”, precisó la Policía.
Tras cometer el crimen, Bubloy y Ortega Tiburcio huyeron hacia las localidades de La Vega, donde fueron ubicados y perseguidos “tras una ardua labor de inteligencia de los organismos policiales”, precisó la Policía.
La Dirección Regional Este de la Policía, con asiento en La Romana, explicó que el suboficial fue atacado por los individuos que viajaban en una motocicleta, tras haberles ordenado que se detuvieran. Estos, en cambio, dispararon sin mediar palabras, mataron al sargento Mateo Lara y lo despojaron de el fusil M16 que portaba. Mateo Lara fue declarado muerto en el Centro Médico Central Romana, donde fue atendido de las heridas de bala, incluida una que le penetró en la cabeza, ocasionándole la muerte.
Dos días antes, el general Juan Pilarte Feliz, director de la Regional Este de la Policía dio garantías a los familiares del asesinado suboficial José Antonio Mateo Lara que los responsables del crimen serían capturados por las autoridades.
El oficial ofreció estas garantías a los parientes del suboficial durante el sepelio en su ciudad natal, San Francisco de Macorís.
“Tengan la seguridad de que la Policía Nacional no descansará un minuto, incluyéndome a mí, que no hemos dormido nada, que ese maleante o se entrega o lo buscamos debajo de la tierra o donde esté”. Insistió que el crimen no quedaría impune y resaltó las cualidades del policía, diciendo que fue “un agente ejemplar y de trabajo que, incluso, acababa de graduarse en la universidad”.
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LO MATARON CON EL ARMA QUE PORTABA
RECIÉN GRADUADO DE DERECHO EN LA UNPHU José Antonio Mateo Lara, de 38 años de dad, fue acribillado a tiros con su propia arma, en el sector Piedra Linda, del municipio Villa Hermosa, de La Romana, y despojado de su fusil M-16 la noche del pasado sábado. Fue atacado por dos hombres a bordo de una motocicleta frente al colmado “Los Haitianos”, donde la policía les había ordenado levantar las manos. El suboficial era oriundo de San Pedro de Macorís, y se había graduado recientemente de licenciado en Derecho en la UNPHU.
LO MATARON CON EL ARMA QUE PORTABA
RECIÉN GRADUADO DE DERECHO EN LA UNPHU José Antonio Mateo Lara, de 38 años de dad, fue acribillado a tiros con su propia arma, en el sector Piedra Linda, del municipio Villa Hermosa, de La Romana, y despojado de su fusil M-16 la noche del pasado sábado. Fue atacado por dos hombres a bordo de una motocicleta frente al colmado “Los Haitianos”, donde la policía les había ordenado levantar las manos. El suboficial era oriundo de San Pedro de Macorís, y se había graduado recientemente de licenciado en Derecho en la UNPHU.
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