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La reunión formal de la Academia Sueca en el antiguo edificio de la Bolsa en Estocolmo el año pasadoCreditHenrik Montgomery/EPA vía Shutterstock
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La Fundación Nobel anunció el 5 de marzo en un comunicado que se otorgarán dos premios en la categoría de literatura este año.
El premio literario, generalmente anual, no se entregó el año pasado porque la Academia Sueca, el organismo que elige al ganador, se vio afectada por un escándalo relacionado con abuso sexual, acusaciones de malversaciones financieras y pistas que apuntan a un encubrimiento.
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En el ojo del huracán se encontraba la poeta Katarina Frostenson, integrante de la academia, y su esposo, Jean-Claude Arnault, quienes dirigían una organización cultural en Estocolmo que recibía fuertes pagos por parte de la academia. Arnault fue acusado de abusar de la influencia que le proporcionaba la organización y de manosear, acosar y atacar a por lo menos dieciocho mujeres.
Arnault, que fue condenado por violación el año pasado y sentenciado a al menos dos años en prisión, también fue acusado de filtrar los nombres de los ganadores del premio.
Desde que se reveló el escándalo, la academia se ha visto sacudida por renuncias posteriores. Incluso el rey Carlos XVI Gustavo de Suecia, su mecenas, estuvo involucrado públicamente en las exigencias de un cambio.
Desde entonces, la academia ha tomado medidas que “fomentan buenas oportunidades para restaurar la confianza”, señaló la Fundación Nobel mediante un comunicado. Estas incluyen cambiar la manera en que se elegirá a los ganadores “durante los próximos años”. Cinco expertos independientes, entre ellos autores y críticos literarios, participarán en el proceso de selección. Los galardonados del Nobel de literatura para el 2018 y el 2019 se anunciarán en octubre.
Sin embargo, para algunos en Suecia, aún es demasiado pronto para entregar un premio.
“El problema es que la sociedad ya no confía en la academia; de verdad es vergonzoso”, dijo en una entrevista telefónica Alexandra Pascalidou, fundadora del Premio de la Nueva Academia.
El Premio de la Nueva Academia se organizó para sustituir al Premio Nobel del año pasado y llamó la atención en todo el mundo pues involucró al público y a los bibliotecarios suecos en la elección del ganador, la escritora guadalupeña Maryse Condé.
Aún hay miembros de la academia que formaban parte de ella desde antes del escándalo, aunque un personaje prominente, Horace Engdahl, quien había cuestionado públicamente la condena por violación de Arnault, renunció al comité que propone a los galardonados el 5 de marzo.
“Deberían irse”, dijo Pascalidou. El Premio de la Nueva Academia iba a ser un caso excepcional, pero sus miembros aún no han decidido si seguirán adelante este año de cualquier manera, agregó.
“Me sorprende un poco la decisión, para ser honesto”, dijo en una entrevista telefónica Björn Wiman, editor de cultura de Dagens Nyheter, el diario sueco que reveló el escándalo. “Creo que la decisión adecuada habría sido no otorgar un premio pero dejar vigente el de 2018. Ese solo será un recordatorio de lo que sucedió y de la manera catastrófica en que la academia manejó las acusaciones”.
El premio podría generar aún más controversia este año cuando se anuncie al ganador. En 2016, la victoria de Bob Dylan despertó mucho debate sobre si un compositor debería recibir un premio literario.
“De verdad siento lástima por el autor al que galardonarán”, agregó Wiman. “Estará por siempre asociado con un escándalo”.

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