Los ejecutivos mejor pagados de Estados Unidos Por PETER EAVIS 27 de mayo de 2019 Volver al artículo principalComparte esta página Share Tweet Email Continue reading the main storyFoto Credit Jim Wilson/The New York Times Read in English No es un mal momento para ser director ejecutivo en Estados Unidos. La solidez de la economía ha impulsado las ventas de las empresas y los recortes al impuesto corporativo logrados por el presidente estadounidense, Donald Trump, han producido jugosas ganancias. Un enorme aumento en la recompra de acciones ha elevado su precio. [Si quieres recibir los mejores reportajes de The New York Times en Español en tu correo suscríbete aquí a El Times] Con todo y las fuerzas estructurales que favorecen los resultados de las empresas y los precios de las acciones, los consejos de administración siguen actuando como si los directores ejecutivos tuvieran poderes únicos para obtener mejores utilidades, por lo que se esmeran en compensarlos con sus pagos. El ejemplo más destacado es que Tesla autorizó un paquete de pagos a Elon Musk por cerca de 2300 millones de dólares. No solo es la suma más elevada del año pasado, sino que es la mayor de la historia, según expertos en el tema de compensación (más adelante presentamos más información sobre Musk). Hay algo que parece inevitable en este tema. Cada año, Equilar, una consultora de compensaciones para ejecutivos, organiza una encuesta para The New York Times sobre los doscientos directores ejecutivos mejor pagados en Estados Unidos. Casi todos los años, los directores ejecutivos que ya reciben ingresos enormes obtienen pagos todavía mayores. En 2018, según muestra nuestro análisis, les fue especialmente bien: el director promedio recibió pagos equivalentes a 18,6 millones de dólares, un aumento de 1,1 millones, o del 6,3 por ciento, en comparación con el año anterior. Los pagos a los directores generales aumentaron a una tasa de casi el doble de la registrada para los salarios comunes. En 2018, un año muy bueno para el mercado laboral, el trabajador estadounidense promedio recibió en el sector privado un aumento del 3,2 por ciento, equivalente a 84 centavos adicionales por hora. Estas ganancias entre los ejecutivos de alto rango se mantienen a pesar de acciones recientes para restringir los pagos a los directores ejecutivos. En esta misma década, el congreso estadounidense estableció el requisito de que las empresas revelen la tasa que representan los pagos a sus directores ejecutivos con respecto al salario de sus empleados promedio. Otra tendencia que, en teoría, contribuye a que exista rendición de cuentas es que los consejos de las empresas, debido a la presión que han ejercido algunos accionistas y empresas asesoras, han ligado una mayor proporción del pago a los directores ejecutivos al desempeño de la empresa. A pesar de todo esto, los pagos siguen en aumento. Musk ocupó el primer lugar en la lista de Equilar con más de 2000 millones de dólares. David M. Zaslav, director ejecutivo de la empresa de entretenimiento Discovery, ocupó el segundo lugar con 129,5 millones de dólares. Palo Alto Networks, proveedora de servicios de ciberseguridad, le otorgó a su nuevo director, Nikesh Arora, un paquete que, según informó, equivale a 125 millones de dólares. Oracle convino en pagarle a cada uno de sus dos directores ejecutivos 108 millones de dólares y un poco más a su presidente, Larry Ellison. Una de estos directores ejecutivos, Safra A. Catz, fue la mujer mejor pagada en 2018, una de solo ocho mujeres incluidas en la lista de Equilar. El director ejecutivo de Uber, Dara Khosrowshahi, que obtuvo 45,3 millones, habría ocupado el décimo lugar en la lista de Equilar. Pero como la empresa no era pública el año pasado, no está incluida en la clasificación. Cinco reflexiones a partir del informe de 2018: Los directores ejecutivos reciben salarios que no siempre son lógicos Cuando Tesla anunció su pago multimillonario a Musk en enero de 2018, se describió como un experimento osado, acorde con un empresario visionario. Claro, la cifra multimillonaria que apareció en los encabezados era digna de los dioses, pero se estructuró de tal forma que Tesla debía alcanzar metas muy ambiciosas para que Musk recibiera algo del pago. La capitalización de mercado de Tesla ahora es de 35.000 millones de dólares. Para cubrir todos los incisos del pago, su valor de mercado debería haber aumentado dieciocho veces más, hasta 650.000 millones de dólares. “La totalidad de la compensación de Elon está ligada directamente con el éxito a largo plazo de Tesla y sus accionistas, y no se ha concedido nada del capital de su paquete de desempeño de 2018”, afirmó Kamran Mumtaz, un vocero de Tesla. La estructura salarial se determinó por temor a que Musk prestara más atención a otros proyectos, como SpaceX, o decidiera abandonar Tesla. Sin embargo, después de que Musk supuestamente decidió trabajar con una mayor dedicación, en solo unos meses tanto él como la empresa mostraron titubeos. La empresa batalló para producir y entregar sus automóviles eléctricos, algunos altos ejecutivos abandonaron la compañía y volvieron a surgir preocupaciones financieras. Musk publicó mensajes en Twitter de un acuerdo para privatizar a Tesla que la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos más tarde describió como falsos y engañosos (tanto Musk como Tesla llegaron a un acuerdo con esta agencia). Los directores ejecutivos reciben pagos adicionales por cumplir con lo básico Dos directores ejecutivos que terminaron en los primeros lugares de la lista de Equilar, Robert A. Iger de Disney y John J. Legere de T-Mobile, obtienen recompensas por concretar enormes fusiones de sus empresas. El problema es que realizar fusiones debería considerarse parte central del trabajo de un director ejecutivo, por lo que no debería ameritar pagos adicionales. CVS, por ejemplo, les otorgó a algunos altos directivos un bono especial por supervisar su enorme fusión con Aetna, pero no le otorgó ningún pago adicional a su director ejecutivo, Larry J. Merlo. Iger de Disney recibirá acciones adicionales que Equilar valúa en cerca de 74 millones de dólares, un pago que dependía de concluir la adquisición de 21st Century Fox para Disney y que está sujeto a metas de desempeño. Si se suma esa cantidad a los 65,6 millones de dólares que Iger obtuvo el año pasado, el pago combinado sería de casi 140 millones de dólares. Legere, cuya empresa se unirá a Sprint, va a obtener un pago especial por la fusión que T-Mobile valuó en 37 millones de dólares. Recibirá el pago incluso si no se concreta el acuerdo. En el documento de autorización, T-Mobile señaló que el otorgamiento de acciones se había diseñado para impulsar a los beneficiados con el fin de que maximizaran las utilidades de los accionistas de T-Mobile incluso si la empresa no se fusionaba con Sprint. Los directores ejecutivos reciben sus pagos aunque se vean envueltos en escándalos Timothy J. Sloan dejó su cargo en Wells Fargo en marzo, después de que batalló para convencer al congreso y a los reguladores de que el banco estaba resolviendo sus problemas tras varios escándalos. Las acciones otorgadas a Sloan, con un valor aproximado de 24 millones de dólares, según Equilar, se entregarán en un plazo de tres años, indicó Wells Fargo. Facebook tuvo un 2018 terrible. El escándalo de Cambridge Analytica reveló los escasos controles que la empresa aplicaba para proteger los datos de los usuarios, y la actividad de personajes vinculados con Rusia en Facebook por la época de las elecciones de 2016 causó gran indignación, una de las mayores que ha afectado a una empresa tecnológica. Ahora, la empresa gasta miles de millones en garantizar la seguridad de su red y está sujeta a un escrutinio regulatorio que podría continuar por años. No obstante, los pagos a sus ejecutivos casi no se vieron afectados. El consejo de administración de Facebook les otorgó acciones por 18,4 millones de dólares tanto a Sheryl K. Sandberg, directora de Operaciones, como a Mike Schroepfer, director de Tecnología (los pagos al director ejecutivo de Facebook, Mark Zuckerberg, no son como los del resto de los altos ejecutivos; de hecho, todos sus ingresos se integran con pagos para cubrir los costos de viajes y seguridad personal). En muchas ocasiones, los directores ejecutivos reciben más de lo que declaran las empresas Equilar realiza su análisis con base en las cifras de compensación anunciadas en los documentos de autorización. El problema es que esos datos solo son aproximados, por lo regular basados en cálculos complejos de las empresas sobre el valor que tendrán en el futuro las acciones y opciones acordadas. Algunos analistas que asesoran a los accionistas preparan sus propios cálculos y llegan a la conclusión de que es muy probable que los pagos acordados sean mucho más elevados de lo que declaran las empresas. Institutional Shareholder Services (ISS), por ejemplo, calculó que la compensación otorgada en 2018 a cada director ejecutivo de Oracle ascendió a un valor de 207 millones de dólares, mientras que en el documento suscrito la cifra acordada era de 108 millones de dólares. Los cálculos de ISS algunas veces difieren porque adoptan premisas distintas sobre la posibilidad de que los ejecutivos alcancen sus objetivos de desempeño (Oracle se negó a hacer comentarios). Por supuesto, también es posible que los ejecutivos ganen mucho más de lo anunciado si sus empresas logran un desempeño excepcional. Jamie Dimon, director ejecutivo de JPMorgan Chase, ocupó el vigésimo segundo lugar en la clasificación de Equilar para 2018. En 2016 se acordó un paquete que, en ese momento, se valuó en 20,5 millones de dólares. Al concluir el plazo correspondiente al pago por desempeño en enero, en parte debido a que Dimon logró las metas más altas de desempeño, en realidad recibió un pago equivalente a 56 millones de dólares, según los cálculos de Equilar. Los directores ejecutivos reciben pagos por invertir en sus empresas Después de integrarse a Palo Alto Networks el año pasado, Arora invirtió 20 millones de dólares de su propio dinero en acciones de la empresa. Cuando los directores ejecutivos invierten una parte de su fortuna, pueden fortalecer los vínculos y acuerdos entre los altos ejecutivos y los accionistas (un caso famoso fue Dimon, antes de integrarse a Bank One en 2000, cuando invirtió alrededor de 57 millones de dólares en acciones del banco, que más tarde se fusionó con JPMorgan Chase). Sin embargo, quizá este incentivo no sea tan importante en el caso de Arora. Esos 20 millones representan una proporción relativamente pequeña de su pago total para 2018, valuado en 125 millones de dólares. Además, Palo Alto le otorgó acciones restringidas por la misma cantidad de su inversión en efectivo (“El otorgamiento de acciones con base en el desempeño a Arora será valioso para él únicamente si nuestros accionistas obtienen un valor significativo”, aseveró Ben Malloy, vocero de la empresa).

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