Testigo de cargo en juicio por drogas en Miami es una ‘policía corrupta’, dice la defensa
Se espera que una agente de la Policía de Miami adicta a los analgésicos y quien fue sorprendida en varios delitos menores antes de convertirse en informante de las autoridades federales sea la testigo de cargo contra otros dos agentes en un importante juicio por corrupción que comenzó el lunes con los alegatos iniciales.
Catina Anderson, quien recientemente se declaró culpable de extorsión, debe testificar contra sus colegas Kelvin Harris y James Archibald. Los dos están acusados de proteger investigadores encubiertos del FBI que se hacían pasar por narcotraficantes en una operación para mover grandes cantidades de cocaína falsa en la ciudad.
Anderson jugó inicialmente un papel central en la pesquisa del FBI de un cuarto agente, Schonton Harris, la jefa del grupo, acusada de reclutar a los otros dos agentes en el esquema de protección. Harris, quien se declaró culpable y fue sentenciada a 15 años y medio de prisión, se convirtió en el principal objetivo después que la división de asuntos internos de la Policía de Miami recibió una denuncia de que Harris había detenido a un asistente al festival musical Ultra Music y se embolsilló $3,500 el año pasado.
Durante los alegatos iniciales este lunes, los abogados defensores presentaron a Anderson como una agente corrupta adicta a los opioides y con problemas de salud mental en quien no se puede confiar como testigo de la fiscalía porque lo que busca es reducir su sentencia de prisión.
“Ella es una policía corrupta”, dijo el abogado de Archibald, Michael Grieco, quien expresó a los 12 jurados federales que l agente se empeñó en “engañar a la mayor cantidad de policías honestos que pudiera en esta investigación... Ustedes van a odiar este caso por lo que hizo el gobierno”.
“Esta agente corrupta... va a ser la testigo de cargo”, dijo el abogado de Kelvin Harris, Jonathan Schwartz, quien alegó que su cliente no fue “un participante voluntario” sino más bien un “espectador que sabía las cosas”.
“Es un caso fabricado de principio a fin”, dijo, y acusó engaño al FBI y a la fiscalía federal.
La fiscal federal Jessica Obenauf dijo a los jurados que los dos agentes de la Policía de Miami sometidos a juicio estaban “al tanto de todo” debido a “su compromiso de proteger y servir a a narcotraficantes”.
Sabiendo que la defensa atacaría al principal testigo del gobierno, la fiscal federal dijo a los jurados que “quizás a ustedes no les caiga bien Catina Anderson”. Pero Obenauf señaló que el FBI tenía que usarla para crear el caso contra otros policías corruptos, porque de otra manera “no hubieran hecho lo que tenían que hacer”.
Anderson, quien fue interrogada por el FBI inicialmente como un testigo cooperante potencial a finales de 2017, no es el primer estigo de la fiscalía. Uno de los investigadores encubiertos del FBI, usando un seudónimo para ocultar su identidad, será el primero en declarar como testigo el martes.
Kelvin Harris y James Archibald tienen mucho en juego en este juicio. Los dos están acusados en esencia de prestar protección a cambio de dinero en efectivo , pero también de confabularse para poseer y distribuir más de 5 kilos de cocaína, delito punible con un máximo de cadena perpetua. Harris también etá acusado de intento de posesión de cocaína con fines de distrubución y de posesión de un arma de fuego en tres ocasiones entre septiembre y octubre de 2018. Archibald está acusado de los mismos delitos, pero solamente en dos ocasiones.
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