A menos de 24 horas de que el gobernador Ricardo Rosselló deje el puesto, los puertorriqueños no tienen ni idea de quién lo reemplazará en medio de un caos político que amenaza paralizar la isla con una crisis constitucional.
Rosselló prometió dejar el cargo el viernes a las 5 de la tarde tras enormes protestas callejeras de puertorriqueños indignados por la corrupción, la mala administración y la filtración de un chat lleno de groserías en el que el gobernador y 11 aliados varones se burlaron de mujeres, de homosexuales y de las víctimas del huracán María.
“Es frustrante, estamos en el limbo”, dijo el taxista José Ramos. “El país no tiene rumbo ahora mismo”.
En uno de sus últimos actos, Rosselló nominó al abogado Pedro Pierluisi para ocupar el puesto vacante de secretario de Estado, el siguiente en línea para ascender al puesto de gobernador según la Constitución del territorio estadounidense.
La mayoría de los puertorriqueños consideran que Pierluisi _quien representó a la isla ante el Congreso en Washington_ es una figura conciliadora y poco controversial que probablemente no será recibido con protestas.
“Yo me ofrecí por dar un paso al frente por Puerto Rico en este momento dado por amor a mi patria”, dijo Pierluisi. “Mi única lealtad como gobernador de contar con el aval legislativo va a ser al pueblo de Puerto Rico”.
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