LOS ÁNGELES — Fashion Nova ha perfeccionado la moda rápida para la era de Instagram. Esta empresa minorista que vende sus productos principalmente por internet tiene como aliada a una amplia red de celebridades, influentes y fotógrafos de selfis fortuitos que publican sin cesar sobre la marca en las redes sociales. Está creada para satisfacer a la clientela que compra mucho por internet, y tiene una producción en masa de ropa barata que parece cara. “Tienen que comprar muchos estilos diferentes y usarlos probablemente solo unas cuantas veces, de tal modo que sus publicaciones en Instagram siempre puedan estar renovándose”, dijo el año pasado en una entrevista Richard Saghian, el fundador de Fashion Nova. Con el fin de que prevalezca esa costumbre, Saghian les ofrece un flujo continuo de opciones a buen precio. Según él, ya pasó la época en que los jeans costaban 200 dólares. Los pantalones ajustados de Fashion Nova cuestan 24,99 dólares. Además, comentó, a menudo los fabricantes de Los Ángeles que se encuentran a poca distancia en auto de las oficinas centrales de la empresa pueden fabricarle la ropa “en menos de dos semanas”. ADVERTISEMENT Continue reading the main story Ese modelo deja entrever el horrible secreto que hay detrás del éxito galopante de la empresa: el Departamento Federal del Trabajo ha descubierto que muchas prendas de Fashion Nova son confeccionadas en Estados Unidos por una fuerza laboral a la que se le pagan salarios más bajos de lo que dicta la ley. Los Ángeles está lleno de fábricas que no tienen a los trabajadores en su nómina y les pagan lo menos que pueden, por lo que rivalizan con los competidores extranjeros que pueden pagar incluso menos. Muchas de las personas que trabajan detrás de las máquinas de coser están de manera ilegal en el país y no es probable que discutan con sus jefes.
LOS ÁNGELES — Fashion Nova ha perfeccionado la moda rápida para la era de Instagram.
Esta empresa minorista que vende sus productos principalmente por internet tiene como aliada a una amplia red de celebridades, influentes y fotógrafos de selfis fortuitos que publican sin cesar sobre la marca en las redes sociales. Está creada para satisfacer a la clientela que compra mucho por internet, y tiene una producción en masa de ropa barata que parece cara.
“Tienen que comprar muchos estilos diferentes y usarlos probablemente solo unas cuantas veces, de tal modo que sus publicaciones en Instagram siempre puedan estar renovándose”, dijo el año pasado en una entrevista Richard Saghian, el fundador de Fashion Nova.
Con el fin de que prevalezca esa costumbre, Saghian les ofrece un flujo continuo de opciones a buen precio.
Según él, ya pasó la época en que los jeans costaban 200 dólares. Los pantalones ajustados de Fashion Nova cuestan 24,99 dólares. Además, comentó, a menudo los fabricantes de Los Ángeles que se encuentran a poca distancia en auto de las oficinas centrales de la empresa pueden fabricarle la ropa “en menos de dos semanas”.
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Ese modelo deja entrever el horrible secreto que hay detrás del éxito galopante de la empresa: el Departamento Federal del Trabajo ha descubierto que muchas prendas de Fashion Nova son confeccionadas en Estados Unidos por una fuerza laboral a la que se le pagan salarios más bajos de lo que dicta la ley.
Los Ángeles está lleno de fábricas que no tienen a los trabajadores en su nómina y les pagan lo menos que pueden, por lo que rivalizan con los competidores extranjeros que pueden pagar incluso menos. Muchas de las personas que trabajan detrás de las máquinas de coser están de manera ilegal en el país y no es probable que discutan con sus jefes.
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