CHOLOMA, Honduras — Más de 400 personas murieron este año cuando Centroamérica fue azotada por una de las peores epidemias de dengue de las que se tiene registro: un tipo de brote que probablemente se vuelva más frecuente y generalizado a causa del cambio climático, según han advertido algunos científicos y funcionarios del sistema de salud pública.
Sin embargo, aunque el cambio climático amenaza con aumentar la propagación del dengue a nivel mundial, al expandir el alcance de los mosquitos que transmiten el virus, la enfermedad ya encontró un terreno especialmente fértil en Honduras, por razones ajenas al medioambiente.
La Organización Panamericana de la Salud advierte que en Honduras, país que registró más del 40 por ciento de las muertes por dengue en Centroamérica este año, la disfunción gubernamental, el alboroto político y la apatía pública han agravado los efectos del cambio climático.

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