domingo, 02 de febrero de 2020
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En los últimos desfiles de las pasarelas masculina de Milán y París se han visto interesantes propuestas que relajan los límites entre moda masculina y femenina, y que van desde el clasicismo a la vanguardia, un amplio abanico de posibilidades para que el hombre vista como desee.
En París, las firmas españolas Palomo Spain, Oteyza y Loewe han conseguido posicionar la etiqueta "fabricado en España" a lo más alto de la moda internacional.
¿LA TENDENCIA?: MODA SIN GÉNERO.
Un almacén vacío en uno de los barrios más populares de París, Belleville, sirvió de telón de fondo para la particular "Rave" de Palomo Spain, una "colección sobre ese momento de éxtasis que está entre el cielo y la tierra", dijo Gómez Palomo en declaraciones a Efe.
El diseñador español mezcló tejidos de terciopelo, abrigos tipo manto de santo brocado y camisas de encaje, con prendas más fiesteras, como botas de vaquero en pitón con chaquetas estampadas en colores fluorescentes, pantalones tipo cargo y cazadoras vaqueras.
El diseñador propone abrigos tipo capa, bordados con cristales de Swarovski o gabardinas de terciopelo hasta los tobillos y americanas con cristales y perlas, que salen de la solapa y los bolsillos.
También ofrece prendas que se pueden combinar con camisas con chorreras, pantalones de campanas o aderezadas con pequeños volantes y mangas abombadas.
En la estera de la moda sin género, Gucci revoluciona la pasarela italiana con una colección madura e inteligente en la que propone prendas de espíritu infantil como vestidos de cuello bebé y bordados de nido de abeja para un mundo adulto, que no prescinde del pantalón vaquero, mejor si está ajado y en tono "grunge".
Blusas, batas, tops y bolsos para hombre son algunos de los protagonistas del ecléctico desfile firmado por el diseñador de la casa Alessandro Michele, que relaja los límites entre moda masculina y femenina.
Michele, director creativo de la marca florentina, celebra el quinto aniversario de su primera pasarela de moda masculina y lo hace con prendas "co-ed" en el que participaron también modelos femeninas.
Loewe también se suma a la tendencia de la moda sin género y propone siluetas alargadas, vestidos con volantes y abrigos bombeados.
Una colección para el “niño bonito”, en palabras del diseñador Jonathan Anderson, que quiso poner en la pasarela la “tensión sexual” de mezclar lo masculino y lo femenino.
En su propuesta destacó un traje azul marino que llevaba, a modo de delantal, un vestido con volantes en amarillo satinado, muy ochentero, como si se tratara de un niño que se prueba delante del espejo la ropa de sus hermanas.
Anderson también introdujo camisas que se alargan hasta convertirse en vestidos, con estampados geométricos o rayas; o jerséis de punto grueso que se extendieron hasta la rodilla y los abrigos, a modo de gabardina y que se llevan ajustados en la cintura y con vuelo en la falda.
SASTRERÍA Y VOLÚMENES.
Fiel a sus geometrías y a su buena sastrería, Oteyza aunó arte y cultura con la colección "Lumières" en un desfile en el que destacó el característico "negro español" de la firma.
Los suyos son tejidos creados a partir de lana de merina negra, proveniente de una oveja en peligro de extinción de la que Oteyza ha hecho su particular estandarte.
Con los rostros sutilmente pintados con líneas geométricas, los modelos lucieron estilismos voluminosos con capas superpuestas a pantalones tobilleros.
Oteyza propone también chaquetas asimétricas sin cuello y con discretas solapa o abrigos que se cruzan en un estilismo que recuerda las puras líneas del traje japonés.
En la pasarela de Milán, los diseñadores Guillaume Meilland y Paul Andrew idearon para Salvatore Ferragamo una colección llamada a romper "la decodificación de ropa de hombre".
Los diseñadores han partido de seis arquetipos: empresario, motorista, piloto, marinero, soldado y surfista, a los que han vestido usando la artesanía de Ferragamo y su enfoque inconformista.
La colección mantiene los clásicos trajes y abrigos, pero los divide con pliegues para crear nuevas formas y volúmenes. Los pantalones son lisos, anchos e incluso cortos, para quedarse por debajo de las rodillas.
Por su parte Prada construye grandes abrigos cortos de voluminosas hombreras y dos botones con lo que romper los tonos grises de sus trajes clásicos, de pantalones estrechos.
Además, esta firma recupera el chaleco de lana para llevar sobre camisas sin mangas, en un desafío al frío invernal.Dolce & Gabbana ha querido rendir homenaje a oficios artesanales como el de pastor, jardinero, panadero, sastre, lechero o agricultor. Una idea que les lleva a construir una colección con gran peso artesanal.
Pantalones y monos en lana, alpaca y piel de oveja, y delantales de cuero con todas las herramientas del jardinero o zapatero, para usar con suéteres o camisetas sin mangas con la frase "Hecho a mano" fueron algunas de las propuestas.
También fue muy comentada su idea de los enormes pantalones de pana ancha con hebillas y fabulosas capas.
Emporio Armani, la marca joven de Giorgio Armani, apuesta en su colección hombre otoño-invierno para 2020, por los plumas en su máxima expresión. Con bufandas, chalecos, o abrigos hasta los pies, que rompen con el color los tonos grises y negros que dominan en resto de prendas.BALENCIAGA, A LA ALTA COSTURA.
Balenciaga compaginará a partir de julio la presentación de sus colecciones prêt-à-porter con las de alta costura, que permanecían cerradas desde que Cristóbal Balenciaga clausuró su estudio en 1968.
"Pensaba en ello desde mi llegada a Balenciaga en 2015. Para mí era una de mis misiones como diseñador de esta casa, pero había otras prioridades en la estrategia general, como consolidar el 'prêt-à-porter y los accesorios", anunció el diseñador de la firma, el georgiano Demna Gvasalia, en el diario "Le Figaro".
"Me parece emotivo que una marca que cerró por el nacimiento del "prêt-à-porter" pueda renacer gracias al éxito de esta línea de producción, lo que hace aún cinco años hubiera sido impensable", comentó el diseñador.
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