Las cifras de nuevas infecciones en todo el mundo siguen creciendo (173.800 hasta anoche) y los gobiernos van implementando medidas de emergencia. Pero, puertas adentro, los pequeños actos de millones de personas resultan poderosos, como lavarse las manos o comprar víveres con inteligencia o, claro, quedarse algunos días sin salir.
Diego Fonseca, colaborador de Opinión, escribe desde su encierro en Igualada, en Cataluña: “Si nos cuidamos, cada individuo sano o con una enfermedad leve —ambos recluidos en casa— quita presión sobre el sistema de salud. Un individuo puede cambiar por sí mismo y, en la distancia corta, ser influencer familiar y de sus amigos”.
— Elda Cantú
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