El ministro de Salud Pública, Rafael Sánchez Cárdenas, informó que el ministerio que precede no estuvo involucrado en el incidente en que abandonaron un ataúd con una persona dentro que habría fallecido por coronavirus, señalando como culpables a una funeraria que se le encargó el traslado del féretro. “Salud Pública nada tuvo que ver con eso, hubo una contratación de una funeraria que sí estamos investigando quien fue, porque procederemos con las sanciones de lugar por eso que se ha realizado”, declaró el funcionario durante la emisión del último boletín sobre el estado del coronavirus en el país. Sánchez Cárdenas explicó el protocolo utilizado en hospitales para manejar personas fallecidas por COVID-19, indicando que el personal coloca los cadáveres en fundas especiales, para posteriormente depositarlos en sus respectivos ataúdes, y finalmente son llevados al cementerio. Asimismo, aclaró que aunque las recomendaciones de Salud Pública contempla la incineración del muerto, entiende que el costo de este procedimiento no es viable para la mayor parte de la población. El incidente ocurrió el pasado sábado en el municipio de Baitoa, en Santiago, donde abandonaron el féretro que contenía el cuerpo sin vida Rafael “Rafelo” Fernández frente al cementerio a la entrada de la localidad López. Algunos de los moradores afirmaron que una ambulancia de Salud Pública llegó al lugar y dejó el cajón con el muerto en plena carretera frente al camposanto y que sus ocupantes se marcharon de inmediato, mientras que otros pobladores aseguran fueron los familiares del fenecido que tomaron la decisión, “para no contaminarse”. El alcalde reelecto de Baitoa, Bernardo López, ordenó que empleados de su ayuntamiento y un miembro de la Cruz Roja Dominicana sepultaran a Fernández

El ministro de Salud Pública, Rafael Sánchez Cárdenas, informó que el ministerio que precede no estuvo involucrado en el incidente en que abandonaron un ataúd con una persona dentro que habría fallecido por coronavirus, señalando como culpables a una funeraria que se le encargó el traslado del féretro.
“Salud Pública nada tuvo que ver con eso, hubo una contratación de una funeraria que sí estamos investigando quien fue, porque procederemos con las sanciones de lugar por eso que se ha realizado”, declaró el funcionario durante la emisión del último boletín sobre el estado del coronavirus en el país.
Sánchez Cárdenas explicó el protocolo utilizado en hospitales para manejar personas fallecidas por COVID-19, indicando que el personal coloca los cadáveres en fundas especiales, para posteriormente depositarlos en sus respectivos ataúdes, y finalmente son llevados al cementerio.
Asimismo, aclaró que aunque las recomendaciones de Salud Pública contempla la incineración del muerto, entiende que el costo de este procedimiento no es viable para la mayor parte de la población.
El incidente ocurrió el pasado sábado en el municipio de Baitoa, en Santiago, donde abandonaron el féretro que contenía el cuerpo sin vida Rafael “Rafelo” Fernández frente al cementerio a la entrada de la localidad López.
Algunos de los moradores afirmaron que una ambulancia de Salud Pública llegó al lugar y dejó el cajón con el muerto en plena carretera frente al camposanto y que sus ocupantes se marcharon de inmediato, mientras que otros pobladores aseguran fueron los familiares del fenecido que tomaron la decisión, “para no contaminarse”.
El alcalde reelecto de Baitoa, Bernardo López, ordenó que empleados de su ayuntamiento y un miembro de la Cruz Roja Dominicana sepultaran a Fernández.

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