“Ese peregrino nos de­jó mal parados, pero la ver­dad es que el 80% de la gente siempre usa masca­rilla. Nosotros aquí nos cui­damos, pero ese hombre nos dejó mal parados”, ex­plica.

Puerto Plata: 4 días bajo la mira pública Fuerzas militares establecieron ayer controles en las áreas de acceso a Puerto Plata. /VÍCTOR RAMÍREZ Paul Mathiasen Santo Domingo, RD Puerto Plata cumple hoy, jueves, cuatro días bajo la mira del país, que está atento al comportamiento de los ciudadanos y auto­ridades de esta provincia, a raíz del cordón epide­miológico y los controles establecidos en las vías de acceso local para evi­tar contagios del coronavi­rus, aplicados con más ri­gor tras el multitudinario acompañamiento al “Pere­grino de Villa Altagracia”. El cordón epidemioló­gico y la presencia de Ra­fael Sánchez Cárdenas, ministro de Salud Pública, el martes en esta provin­cia, por un lado, los con­troles en vías de acceso y la aparición de Rubén Pau­lino Sem, ministro de De­fensa, en la base aérea de Puerto Plata, marcaron la pauta de cambios y medi­das impuestas a los puer­toplateños. Ese mismo día, en hora­rio matutino, cuando todo estaba listo para la imple­mentación de las medi­das oficiales, en el túnel que da la bienvenida a es­ta provincia norteña no se registraba ninguna nove­dad, e igual ocurría en los municipios Altamira, Im­bert y Maimón. Mientras un equipo de Listín Diario avanzaba a esas horas por la avenida Monumental, que atravie­sa a toda la provincia, los munícipes, con mascarillas de diseños cada vez más originales, salían de sus re­sidencias sin restricción y algunos abrían negocios ofreciendo café, panes y de­sayuno a desvelados camio­neros que madrugaron pa­ra trasladar, en su mayoría, alimentos y productos bási­cos. Ya en plena ciudad de Puerto Plata, los alrededo­res y sus vías simulaban las actividades cotidianas, al menos entre las medidas permitidas en medio del azote del Covid-19, con to­da normalidad. José Torrón, un moto­conchista que se percató de la llegada del vehícu­lo de este diario, se acercó, con un aire de curiosidad al ver un periódico de circu­lación nacional en la zona. “¿Están detrás del peregri­no?, preguntó Torrón, que luego comentó sobre cómo ocurrió todo aquí con el ca­so del peregrino, y hasta de “cómo son realmente” los puertoplateños. “Ese peregrino nos de­jó mal parados, pero la ver­dad es que el 80% de la gente siempre usa masca­rilla. Nosotros aquí nos cui­damos, pero ese hombre nos dejó mal parados”, ex­plica. Unas horas más tarde, cerca del mediodía, tenien­do ese evento como pre­cedente que desencadenó una ola de cuestionamien­tos a esta provincia, Sán­chez Cárdenas iniciaba su rueda de prensa en la que fue preguntado sobre la fal­ta de policías, controles y, en general, de las medidas que se había anunciado pa­ra implementar aquí. “Yo no sé ustedes, pe­ro yo, de camino para acá, vi puros policías y retenes”, aseguró el ministro desde la sede de la Dirección Provin­cial de Salud Pública. Cómo si sus palabras fue­ran una varita mágica, una vez concluida la rueda de prensa, así como unas de­claraciones que ofreció el ministro Paulino Sem, la ciudad se transformó. Agentes de la Policía atra­vesaron sus vehículos en las vías de entrada y salida a la ciudad, así como en los ac­cesos al mercado, el muelle y otras zonas de gran flujo. A las 4:30, faltando 30 minutos para el toque de queda, las calles se vacia­ron, los negocios cerraron y la gente se trancó en ca­sa. Todo aquel que no tuvie­ra una autorización que jus­tificara su presencia en las calles, era detenido. A las 5:00 de la tarde ya Puerto Plata era ciudad fan­tasma, con el constante ase­cho de las autoridades en caso de aparecer cualquier infractor. Más en La República

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