Molestias en la nariz, la garganta pelada

Deyanira Polanco Santo Domingo, RD “Los síntomas comenzaron e inmediatamente me di cuenta. Molestias en la nariz, la garganta pelada, dolor de cabeza y fiebre”. Así comienza el relato la psicóloga Dorka, quien se contagió de COVID-19 sirviendo en un centro de salud, y fue el vehículo para que su esposo y sus dos hijos contrajeran el virus, sin que para estos últimos resultara de gravedad. Dorka es sicóloga clínica e infantil y su trabajo por muchos años ha sido contribuir con que las personas mantengan un equilibrio emocional. Pero el coronavirus la tambaleó casi le arrebata la vida. Sintió angustia y miedo. Esos malestares los sintió por dos días. En el tercero y el cuarto día todo estaba bien, pero al quinto día comenzó una tos seca, y las dificultades respiratorias: Dos semanas después es cuando da positivo a coronavirus. Dorka fue ingresada varios días después de diagnosticada positiva, y fue con el temor de no regresar. Tanto así que organizó todo para que si ella y su esposo fallecían, porque este último tiene otra condición de salud, los pequeños no quedaran desamparados, dado que los padres de ella son personas de avanzada edad.

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