San Francis­co de Macorís, cabecera de la provincia Duarte, ha con­centrado hasta el momen­to el 8.8% de todos los ca­sos positivos al COVID-19 en República Dominicana. Puerto Plata, a su vez, mar­ca el 2.85 por ciento de los casos reportados por la Di­rección de Epidemiología de Salud Pública.

Dos provincias acordonadas en 40 días de pandemia Dos provincias acordonadas en 40 días de pandemia Juan Eduardo Thomas San Francisco de Macorís, RD Dos provincias de República Dominicana han sido inter­venidas durante cuarenta días que lleva la nación cari­beña con medidas de aisla­miento social para evitar la propagación del nuevo co­ronavirus. La provincia Duarte, ca­becera del nordeste, vio ce­rradas sus entradas y salidas el 27 de marzo, tras cons­tatarse con cifras oficiales que se trataba del primer y más grave foco de contami­nación comunitaria del CO­VID-19 en el país. Hasta el día de hoy, la en­trada a San Francisco de Macorís permanece custo­diada por militares, quienes detienen todo intento de in­greso para descartar posi­bles viajes innecesarios a la comunidad. Los problemas que trajo el COVID-19 a este provin­cia llegaron en las primeras semanas de marzo: su di­rector provincial de Salud, el director municipal de Sa­lud, el alcalde electo y el go­bernador dieron positivos al nuevo virus, dejando a la demarcación prácticamen­te en un estado de indefen­sión que se va saldando con las cifras más altas de muer­tes por la enfermedad en el país, además de la tasa de incidencia por cada cien mil habitantes más elevada de todo el suelo dominicano. También en el norte, en la provincia Puerto Plata, se tuvieron que tomar me­didas radicales prohibiendo la circulación de personas por un periodo de siete días, que podrían ser incluso ex­tendidos a más según infor­mó la noche del lunes el Go­bierno. Puerto Plata vivió el do­mingo a mediodía las más crudas escenas de surrea­lismo de los últimos cuaren­ta días en el país: cientos de personas marcharon detrás de un peregrino que lleva­ba una cruz a cuestas, que en su voz aseguraba haber hablado con Dios y que este le pidió arrojar la estructura de madera en playas puer­toplateñas para decretar el final del coronavirus. En conjunto estas dos provincias acumulaban 89 muertes, 795 personas con la enfermedad y 116 recu­peradas, según establece el boletín número 40 de las autoridades sanitarias na­cionales, dado a conocer la mañana del martes. De manera particular, Duarte es la que concentra los mayores acumulados: 597 personas contagiadas cuando Puerto Plata solo ha tenido 198 hasta el mo­mento; 76 muertos, mien­tras que Puerto Plata solo tiene registrados 13 y en cuanto a los recuperados se repite una historia similar: 99, en la arrocera provincia Duarte y 17 en la turística “Novia del Atlántico”.Las características de ambas provincias para convertirse en focos de contaminación son importantes. Duarte, por ejemplo, fue la prime­ra demarcación del país en registrar el contagio comu­nitario y actividades como el carnaval y las elecciones generales municipales fue­ron espacios de propaga­ción del virus. Otro de los factores que influyó en convertir a Duar­te en foco de infección pro­nunciado, según el ministro de Salud Pública, fueron los contantes viajes de domini­canos residentes en Nueva York. Esa comunidad neo­yorquina fue la que registró el epicentro de la enferme­dad en los Estados Unidos con 17,303 muertes y 292 mil personas infectadas. Allí, en pleno confina­miento nacional, se desta­paron galleras improvisa­das donde los lugareños apostaban dinero, en clara violación a las disposiciones de distanciamiento social que había emitido el Go­bierno dominicano. Puede que en Puerto Pla­ta los números más grandes por mostrar sean la canti­dad de personas que movi­lizó Mildomio Adames, un hombre que lleva más de quince años haciendo re­corridos a la Basílica de Hi­güey, en La Altagracia, al Pa­lacio Nacional y que ahora sumó a Puerto Plata. “Esa manifestación a mi llegada a Puerto Plata fue la llegada del espíritu santo para limpiar nuestra tierra dominicana y mu­chos países del mundo”, defiende el peregrino Mil­domio Adames cuando se le pregunta si hubo alguna organización previa para lograr juntar a la muche­dumbre. La caminata del hom­bre comenzó el lunes 20 de abril en Santo Domingo y su trajinar tuvo ruta por Villa Altagracia, Piedra Blanca, Bonao, La Vega, Santiago, Villa González, Navarrete, Imbert y Maimón hasta ter­minar en las aguas del at­lántico en Puerto Plata. La entrada a la ciudad no pudo ser más noveles­ca: ambulancias y personal de seguridad escoltándo­lo, una columna de perso­nas que sin quizá sobre pa­sa el millar de creyentes y una camioneta con bocinas, con música cristiana a todo volumen, propiedad de Ro­quelito García, alcalde de la costera ciudad. “Organizaron no una pro­cesión religiosa, sino una acti­vidad verdaderamente políti­ca. Toda la labor que durante el fin de semana se ha estado realizado fueron tirados por la borda de la manera más grosera e irrespetuosa… eso fue un acto de vagabundería lo acontecido en Puerto Pla­ta”, se quejó, molesto, el mi­nistro de Salud dominicano, Rafael Sánchez Cardenas. Antes de la vivida el do­mingo, su última caminata con una cruz sobre hom­bres había sido en 2019 cuando pretendía llevarle un mensaje al merengue­ro Fernando Villalona y al Palacio Nacional, para que advirtieran sobre “una tra­gedia que ocurriría en el año 2020”. La incidencia El municipio San Francis­co de Macorís, cabecera de la provincia Duarte, ha con­centrado hasta el momen­to el 8.8% de todos los ca­sos positivos al COVID-19 en República Dominicana. Puerto Plata, a su vez, mar­ca el 2.85 por ciento de los casos reportados por la Di­rección de Epidemiología de Salud Pública. Pero donde los números preocupan es cuando se lle­ga al apartado de muertes en los informes de Salud Pú­blica. Esos 76 muertos que concentra la provincia Duar­te representan el 25.5% de todas las defunciones que se han producido en el país desde el primero de marzo por coronavirus. El Distrito Nacional, la ca­pital del país, con un millón de habitantes, tiene registra­dos 38 muertes y la provin­cia Santo Domingo, con una población cercana a 2.8 mi­llones de personas, concen­tra solo 41 defunciones. Datos de interés En República Dominicana ha­bía 6,416 personas positivas al COVID-19 hasta la maña­na del martes según el boletín número 40 del ministerio de Salud Pública. Unas 286 per­sonas han muerto por la en­fermedad n­fermedad y 1,165 han logra­do recuperarse. El país registró su primer caso de coronavirus el 1 de marzo del presente año. Se trataba de un italiano de nombre Claudio Pascualini, quien permaneció más de cincuenta días ingresado en el hospital militar Ramón de Lara, ubicado en la base aé­rea de San Isidro. Desde en­tonces se han vivido tres pe­riodos de toque de queda, intervenciones con mayo­res medidas de seguridad en dos provincias y el presiden­te de la República se ha diri­gido a la nación en tres oca­siones. Por igual se han vivido dos periodos de emergencia na­cional, uno de 25 días y otro de 17. En trámites se encuen­tra un tercero. Desde el jueves 19 de marzo las actividades comerciales están suspen­didas. Desde ese mismo día se cerraron las fronteras del país por aire, tierra y mar. La docencia presencial fue sus­pendida y tuvimos una jura­mentación de autoridades nacionales municipales con amplios dispositivos de pre­vención para evitar nuevos contagios del COVID-19.

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