Día dos: El silencio que reina en los vagones del metro
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Javier Flores
Santo Domingo, RD
El vagón se movía con normalidad por las vías del tren. A medida que avanza por las estaciones la voz del locutor iba anunciando los respectivos nombres, solo con la novedad de que ya los conductores no tienen que decir los nombres de las que están ubicadas en Santo Domingo Este, debido a que estos ya fueron grabados.
Nada fuera de lo común para Juan Bautista, quien se montó en la estación Coronel Rafael Tomás Fernández Domínguez ubicada en la avenida San Martín.
Pero aún así había algo inusual que hacía que el joven de unos 25 años se sintiera “fuera de sitio”. Era el silencio total que se sentía en los vagones, las personas desapartadas unas de las otras sin esperar que alguien se lo dijera, las señales en el piso y en los asientos que decían “mantén tu distancia”, más el uso constante de mascarillas y guantes lo que hacía que Juan se sintiera en un sistema de transporte completamente nuevo.
“Esto está muy callado, ni las guaguas de un velorio están tan así pero yo entiendo las reglas son las reglas pero chanfles, aquí normalmente los de seguridad tienen que vivir callando a uno”, decía el joven que apenas se reintegraba ayer a su trabajo, luego de dos meses, mientras trataba de mantener su tono de voz al volumen más mínimo para que el agente del Cesmet (Cuerpo Especializado en la Seguridad del Metro de Santo Domingo) no lo escuchara ya que una de las medidas especiales tomadas por la (Oficina Para el Reordenamiento del Transporte (Opret) para tratar de prevenir el brote de coronavirus (Covid-19) dentro de los rieles es que los usuarios guarden la mayor cantidad de silencio posible.
Bautista se desmontó del metro en la estación Juan Pablo Duarte (Centro Olímpico) para realizar el traslado hacia la línea 1, donde se dirigiría a los alrededores de Villa Mella donde labora en un almacén, cuando se encontró con la sorpresa en las escaleras eléctricas.
“Y yo que acostumbro a bajar a millón por aquí y hacerlo breve (de manera rápida) en el tranfer pero ya veo que ni eso se puede”, exclamó.
El nombre de Juan Bautista no es más que un nombre ficticio para identificar a la persona que conversó con este reportero, quien alrededor de las nueve de la mañana del jueves se montó en varios trenes para describir la situación allí dentro en el segundo día del reinicio de sus operaciones luego de las quejas producidas el miércoles señalarán que en el metro no se respetó en ningún momento el distanciamiento social.
Día dos; menos aglomeración
En el segundo día del reinicio de las operaciones del Metro y el Teleférico de Santo Domingo, menos personas y más distanciamiento entre las mismas fue el comportamiento observado durante las horas de la mañana del jueves.
En un recorrido realizado por reporteros del LISTIN DIARIO, se pudo notar como en está ocasión los vagones del Metro de Santo Domingo sí tenían los stickers o calcomanías que decían "mantén tu distancia" tanto en los asientos, intercalados entre uno y el otro y en el piso de los vagones, mientras los miembros del Cuerpo Especializado en la Seguridad del Metro de Santo Domingo (Cesmet) se mantenían rondando los vagones recordando la distancia entre una persona y otra.
En las entradas de las estaciones los mismos agentes de Cesmet fumigan los zapatos de todas las personas que entraban a las mismas.
Recorrido del traslado entre una línea y la otra
Al momento de desmontarse en la estación Juan Pablo Duarte en el Centro Olímpico para realizar el traslado de una estación a otra entre de una estación a la otra, el personal del metro se coloca al pie de las escaleras eléctricas e informa a las personas a que tomen una distancia de tres escalones entre ellas para que no bajen todos al mismo tiempo.
Y aunque el tiempo entre un una unidad de servicio y la otra puede extenderse hasta más de cinco minutos, los agentes cada vez que notan que en el andén hay una cantidad considerable de personas, paran a las personas y forman una fila y hasta que el tren no recoge a todas las personas allí paradas, no permiten el paso de más personas.
El Teleférico
En las cabinas del Teleférico de Santo Domingo se continuaba con la limitante de solo cuatro personas.
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