William Alcántara Mon­tero trabaja como obrero en el Cementerio Nacional de la avenida Máximo Gó­mez.

IVELISSE VILLEGAS Santo Domingo, RD William Alcántara Mon­tero trabaja como obrero en el Cementerio Nacional de la avenida Máximo Gó­mez. Desde que el coro­navirus comenzó a infec­tar personas en el país, se imaginó que su trabajo iba a tener mayor demanda por la cantidad de falleci­dos que se esperaba, pero ha sido todo lo contrario, ha enterrado más muertos por el envenenamiento de clerén y otras enfermeda­des, que por el Covid-19. Los sepelios continúan de ocho a 10 difuntos al día, como es habitual. “Gracias a Dios que la ma­yoría de los fallecidos por la enfermedad están sien­do enterrados en otros ce­menterios”, afirma, por­que donde él está, al no haber una supervisión, se están violentando las nor­mas. Alcántara Montero re­veló que en esta semana se hizo un entierro con más de 100 personas, la mayoría envejecientes. En el Cementeri

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