La llegada de Reinaldo Pared Pérez a la presidencia del Senado de la República en el año 2006 trajo consigo el establecimiento de una medida que sigue dando de qué hablar hasta la fecha: la creación del fondo de gestión provincial senatorial, conocido popularmente como “el barrillito”.

El nacimiento del “fondo de gestión provincial senatorial” buscaba resolver otro dolor de cabeza: la asignación de dinero a las fundaciones de los legisladores, incluidas en el presupuesto nacional para sus planes de asistencia social y con poca regulación y fiscalización.

Tras 14 años de creado el llamado barrilito, o cofrecito, la decisión de asignar a cada legislador una partida para “asistencia social” sigue provocando discusiones sobre si se justifica mantener la entrega de esos fondos, debate en el cual han participado legisladores de ambas cámaras, pero también figuras de otros ámbitos.

Algunos senadores han pedido eliminar dichos fondos, otros han resignado recibirlos, pero la gran mayoría de los legisladores que han pasado por el Senado de la República en los últimos 14años se han mostrado a favor de mantenerlos.

Una muestra reciente de ello es la lista de los senadores que recibieron los fondos de gestión provincial el pasado mes de septiembre. En ella se observa como 30 de 32 provincias que tiene el territorio nacional han recibido montos desde los RD609,000 (Independencia) hasta RD$1,059.000 (Distrito Nacional y San Cristóbal).

Las únicas dos provincias que no recibieron nada por decisión de sus senadores fueron Santo Domingo (Antonio Taveras) y Santiago (Eduardo Estrella).

Además, la senadora del Distrito Nacional, Faride Raful, quien en diversas ocasiones se ha mostrado en contra del barrilito, tomó la decisión de “redirigir” esos fondos para tener una oficina técnica legislativa.

Después, actuales senadores como Dionis Sánchez (Pernales), Antonio Marte (Santiago Rodríguez), Ramón Rogelio Genao (La Vega), Ivan Lorenzo (Elias Piña); Alexis Victoria Yeb (María Trinidad Sánchez) y Ginette Bournigal (Puerto Plata), se han mostrado a favor del barrilito.

En el mes de septiembre, el monto total asignado por el presupuesto del Senado para el barrilito fue de RD$20,062,000, lo que al año se traducirá a unos RD$240,744,000 aproximadamente cada año.

Presupuesto

Ante la renovación de los debates en la palestra pública sobre el barrilito, el expresidente del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), Emmanuel Esquea, opinó que la asignación de estos fondos viola la Constitución.

“El Barrilito viola el Art. 140 de la Constitución que dice: “Ninguna institución (...) establecerá (...) beneficios a sus incumbentes (...) sino para un periodo posterior”! El principio de inconvalidabilidad (Art. 7-7 L. 137-11) mantiene su inconstitucionalidad!”, publicó en su cuenta de Twitter.

Sin embargo, según registros periodísticos, para argumentar la disposición de esos fondos, el Senado indicó  que lo hace “de conformidad con lo establecido por la cámara alta, y en atención a la Ley  46-97, de fecha 18 de febrero del año 1997, que otorga autonomía presupuestaria y administrativa al Poder Legislativo”.

En su presupuesto del año 2020, el Senado tiene contemplado destinar RD$449,803,491 a “Ayudas y donaciones a personas”. Este monto se divide en RD$349,803,491 para “Ayudas y donaciones ocasionales a hogares y personas”y  otros RD$100,000,000 para “Ayudas y donaciones programadas a hogares y personas”.

En transferencias corrientes a asociaciones sin fines de lucro y partidos políticos, la institución presupuesto RD$8,000,000

En total el Senado de la República presupuestó unos RD$2,635,779,124 para 2020.

Antecedentes

Previo a la consolidación del barrilito, los senadores recibían subvenciones presupuestarias para sus organizaciones no gubernamentales (ONG).

Pero una vez asumió la presidencia del Senado el exsenador del Distrito Nacional por el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Reinaldo Pared Pérez, en el 2006, determinó la eliminación de las subvenciones a las organizaciones no gubernamentales y la creación del fondo de gestión social, que con el tiempo ha sido conocido como el barrilito.

Según registros periodísticos, en su momento y en reiteradas ocasiones, Pared Pérez justificó la creación del barrilito como una forma de “transparentar” esos fondos que previamente se destinaban a las ONGs y culpó al Partido Revolucionario Dominicano (PRD) del inicio de esas asignaciones y del mal concepto que se tiene de las mismas.

Al momento de su creación, se dispuso que los recursos sean otorgados a cada senador de manera mensual, y el monto varía de acuerdo a la cantidad de votantes de sus respectivas provincias. No obstante, se estableció un monto base a percibir de RD$400,000, sin que en ningún caso exceda los RD$900,000 y sin contar otros desembolsos hechos a los legisladores en concepto de alquiler de oficina, gasolina, dietas, pago de servicios, entre otros.

Pero no ciertamente ha sido así. En la actualidad hay tres provincias que reciben fondos superiores a ese monto: Distrito Nacional y San Cristóbal, con RD$1,059,000 y luego La Vega, RD$944,000.

Desde entonces, en los registros periodísticos figuran decenas de personas de diferentes sectores de la sociedad pidiendo la eliminación del barrilito, sin embargo, lo más cercano que se estuvo fue la suspensión de los mismos.

El pasado 14 de octubre de 2014 se dio un paso para eliminar el barrilito en la Cámara de Diputados. Abel Martínez, entonces presidente de la cámara baja, anunció “la eliminación inmediata del Fondo de Gestión Social”, que recibía cada diputado, por un monto ascendente a 50 mil pesos mensuales.

En República Dominicana hay 190 diputados, lo que llevaría el monto mensual que se pagaba en ese momento a RD$9,500,000. Al año, el presupuesto consignado por los diputados involucraba RD$114,000,000.

En ese momento, Abel Martínez prometió que esos recursos serían distribuidos a los hospitales y centros de salud “reconocidos por su credibilidad, manejo transparente de los recursos asignados y  servicio a la población de escasos recursos”.

Prometió que los recursos serían entregados a los centros de salud por provincia,  previo a un levantamiento y comprobación de las deficiencias que les aquejaban; “sustentado y documentado bajo estrictas normas de auditoría”. 

“Hoy queridos colegas, diputados y diputadas no les voy a pedir que entiendan mi decisión, si no que me apoyen”, dijo Abel Martínez.

Sin embargo, los fondos se han seguido entregando.

Durante el proceso de campaña electoral para las elecciones congresuales de los años 2010 y 2016, la Junta Central Electoral determinó la suspensión de esos fondos para aquellos candidatos, tanto a diputados como a senadores, que estuvieron optando por la reelección, decisión que fue adoptada por ambas cámaras.

Desde el 2006, y hasta la actualidad, las discusiones y debates sobre el barrilito se mantienen en un constante círculo, sin llegar a nada concreto y aparentemente este nuevo período legislativo no será la excepción.

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