El cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, quien está interno en el Centro de Diagnóstico y Medicina Avanzada (Cedimat) por una fractura en la cadera producto de una caída, ha tenido varias complicaciones de salud en los últimos años, de los cuales se ha ido recuperando.
En enero del 2007, López Rodríguez permaneció 6 días ingresados en ese mismo centro médico, tras ser sometido a una cirugía de revascularización para colocarle tres puentes coronarios (baipás), a fin de corregirle unas obstrucciones en las arterias, según las reseñas publicadas en ese entonces en Listín Diario.
El cardenal se fue recuperando de ese procedimiento quirúrgico en su residencia, donde llevó el tratamiento médico, con las atenciones de galenos y enfermeras.
Después, en el año 2016, tuvo que guardar reposo en su casa afectado de algunas dolencias en las rodillas producto de cirugías realizadas hacía un tiempo, pero que había tenido dificultades para recuperarse, según informó en ese momento monseñor Víctor Masalles, para aclarar rumores sobre complicaciones de salud del cardenal que daban cuentas de que padecía de alguna enfermedad.
López Rodríguez, de 84 años, renunció como Arzobispo Metropolitano de la Arquidiócesis de Santo Domingo en el 2011 por razones de edad. Su renuncia en esa posición de la iglesia católica fue aceptada por el papa Francisco en el 2016.
Oriundo de Barranca, La Vega, donde nació el 31 de octubre de 1936. López Rodríguez se invistió como sacerdote el 18 de marzo del año 1961, desde donde fue escalando poco a poco hasta llegar a cardenal y arzobispo metropolitano de Santo Domingo.
Este último cargo lo desempeñó desde 1981 hasta el 2016, cuando el papa acepto su renuncia y designó a monseñor Francisco Ozoria.
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