Gran parte de California está al borde de aplicar nuevas restricciones radicales sobre los negocios y otras actividades, en un intento desesperado de frenar la escalada espantosamente rápida de casos de coronavirus, que amenaza con abrumar a los hospitales.

Las autoridades de salud de cinco condados de la zona de la Bahía de San Francisco impusieron una nueva orden de quedarse en casa para sus residentes, que entrará en vigencia el domingo. El sur de California y una gran franja de la parte central del estado podrían unirse este fin de semana.

Esas dos regiones han visto caer la disponibilidad de unidades de cuidados intensivos (UCIs) por debajo del umbral del 15%. Bajo una nueva orden estatal de permanencia en el hogar, eso desencadenará nuevas restricciones que excluirán todos los restaurantes con servicio a comensales en el lugar y los salones de belleza, cines y muchos otros negocios, así como museos y parques infantiles.

El umbral fue anunciado el jueves por el gobernador Gavin Newsom para que la orden se haga efectiva. Si la disponibilidad cae por debajo de ese nivel cuando los datos se actualicen el sábado, los cierres entrarán en vigencia a las 10 de la noche del domingo y durarán hasta el 4 de enero.

La nueva orden divide el estado en cinco regiones y utiliza la capacidad de UCIs como desencadenante de los cierres. Newsom agregó que las personas no deberán reunirse con nadie fuera de su hogar y que siempre deberán usar mascarillas cuando salgan.

Hasta el viernes por la noche, la región de 11 condados del sur de California tenía apenas el 13,1% de sus camas de UCIs disponibles, informó el Departamento de Salud Pública de California. La cifra fue del 14,1% para la región del Valle de San Joaquín, compuesta por una decena de condados en el Valle Central agrícola y áreas rurales de Sierra Nevada.

Las otras tres regiones (Gran Sacramento, Norte de California y Área de la Bahía de San Francisco) tenían alrededor del 21%.

Pero los funcionarios de salud en cinco de los 11 condados del Área de la Bahía no esperaron. El viernes adoptaron la orden estatal de quedarse en casa. Los cambios entrarán en vigor el domingo por la noche en los condados de San Francisco, Santa Clara, Marin, Alameda y Contra Costa, así como la ciudad de Berkeley.

La orden fue emitida el mismo día que el estado registró otro máximo histórico de casos en una sola jornada, un total de 22.018, y las hospitalizaciones rebasaron las 9.000 por primera vez.

Bajo la orden de Newsom, las tiendas minoristas y plazas comerciales pueden funcionar con un aforo de 20%. Están prohibidas las reuniones de cualquier número de personas con otras que no sean de la propia casa.

La directora de salud de Berkeley, Lisa Hernandez, dijo que las personas no deben reunirse con otras con las que no vivan, “aunque sea un grupo reducido, incluso al aire libre con todas las precauciones”.

“Si tienes una burbuja social, ya reventó”, afirmó Hernandez. “No dejen que este sea su último fin de año con su familia”.

La nueva orden de permanecer en casa afectará considerablemente la temporada de compras más jugosa del año y amenaza con arruinar a negocios, los cuales enfrentan dificultades debido a la imposición intermitente de restricciones durante 10 meses y las bajas ventas a causa de la pandemia.

En el condado Santa Clara, donde Apple y Google tienen sus sedes, las autoridades prohibieron previamente todas las competiciones deportivas a nivel secundaria, universidad y profesional e impusieron una cuarentena a quienes lleguen a la región desde zonas ubicadas a más de 241 kilómetros (150 millas) tras advertir un aumento de los contagios después del Día de Acción de Gracias.

Los inspectores recorrieron el condado el Día de Acción de Gracias y continúan visitando negocios para verificar que respetan las normas de aforo y otras precauciones.

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