Javier Flores

Boca Chica, RD

Como era de esperarse, cientos de personas aprovecharon la festividad del Día de la Virgen de La Altagracia para asistir a la playa de Boca Chica para tratar de "olvidarse" de las restricciones impuestas por el Gobierno para tratar de prevenir el contagio del coronavirus (Covid-19).

Aprovechando un día soleado, no laborable y un toque de queda que empieza a las 5:00 de la tarde con un permiso de circulación hasta las 8:00 de noche, al contrario de los fines de semana, sirvieron como la excusa perfecta para que los bañistas fueran a la playa aunque el uso de mascarillas y el distanciamiento social era nulo.

"Esto es como un día libre que nos dieron hoy, es un un buen día y aproveché para venir aquí con mi familia, esto fue como un respiro, porque tú sabe, está pandemia", expresaba Juan Ramón Jiménez, quien junto a su familia disfrutaba del asueto del Día de La Altagracia.

El gran flujo de personas que hubo en el barneario se podía inferir desde las inmediaciones del peaje de la Autopista Las Américas, en dirección este-oeste , dónde empezaban el congestionamiento de vehículos.

El tapón se hizo aún más agudo una vez se acercaban a la entrada de la playa de Boca Chica, donde las personas en sus carros se desmontaban en los locales de venta de comida y expendido de bebidas alcohólicas para llevárselas.

Las ventas han mejorado

Gran flujo de gente ayudó al aumento de los ingresos de los vendedores ambulantes de la playa y los locales de comida y bebida quienes han sido golpeados por las restricciones de la pandemia.

Tal es el caso de Adolfo Rivera, quien posee un local de venta de pescados y mariscos denominado "Joselito".

"La venta ha mejorado un poquito, yo me he sostenido hoy a nivel de clientela. Es un avance con relación a los demás días porque los fines de semana no abro (porque el cierre es al mediodía) y días de semana a las 5 hay que ir recogiendo", expresó Rivera.


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