“No me quiero morir aquí, sáquenme de aquí”, fue la súplica que Luis Alfredo Guerrero le hizo a sus familiares para que acudieran en su auxilio ante las dificultades que atravesaba como paciente de Covid-19 en el hospital Luis Eduardo Aybar.
“Los tienen en un cuarto frío congelándose. Él dijo que veía a la gente morir, así encogidos”, narró Tanairys Corniell, cuñada de Guerrero y quien junto a otros familiares acudió este viernes al recinto hospitalario en busca de un medicamento para su pariente, quien estaba ingresado en el lugar.
Corniell declaró que “lo que lo mantuvo con vida a su familiar fue Dios, porque él es cristiano”, ya que los médicos no le suministraban medicamentos.
De acuerdo con lo externado por la cuñada, a los dos días de ser ingresado en el Luis Eduardo Aybar los doctores le solicitaron comprar Rendisivir y tan pronto como pudieron lo llevaron al área de covid.
La familia depositó una caja del fármaco con seis dosis, cada una de las cuales tenía un costo de 20,000 pesos, para un gasto total de 120,000 pesos.
“Ellos estaban haciendo creer que se lo estaban suministrando y anoche tuvimos que sacarlo de aquí y no nos querían entregar el medicamento”, indicó Corniell.
De su lado, Natividad Virgilio, suegra de Guerrero, agregó que el personal médico le decía que se lo iban a aplicar, y “nunca se lo aplicaron”.
Fue a través de un “maquito”, el cual guardó en un bolsillo para no perder contacto con sus parientes, que el señor de nacionalidad venezolana logró comunicarse con sus familiares y anoche fue dado de alta por insistencia de estos.
“No íbamos a permitir que muriera por negligencia”, señaló Virgilio.
La suegra dijo, además, que consiguieron ingresarlo en el Hospital Metropolitano de Santiago HOMS y que el paciente se encuentra estable.
Una caja intacta
Por otro lado, la familia reveló que desde anoche están exigiéndole al hospital que le devuelvan el medicamento y así poder llevarlo al centro donde se encuentra, pero que no fue hasta esta mañana que Tanairys Corniell, luego de que se le permitiera la entrada al centro médico, salió con el Rendisivir en mano.
La caja del medicamento lucia “intacta” y además tenía el nombre del paciente escrito en el exterior, tal como afirmaba la familia.
Covid y sangre
Corniell también reveló que durante los más de cinco días que ha pasado en los alrededores del Luis Eduardo Aybar ha visto en muchas ocasiones a supuestos pacientes Covid cubiertos de sangre.
“Los pacientes que mueren por Covid yo he visto que los sacan de ahí ensangrentados y un paciente que muere por Covid congelado, no está supuesto a estar sangrando”, puntualizó.
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