EFE
Estados Unidos admitió vivir un momento "crítico" de la pandemia de coronavirus por la propagación de la variante delta, pero las autoridades sanitarias del país insistieron en que aunque puede haber contagios entre algunos vacunados, los casos de gravedad y las muertes solo afectan a los no vacunados.
En una conferencia de prensa, el equipo de la Casa Blanca responsable de luchar contra la pandemia subrayó por otra parte que no han cambiado las directrices sobre el uso de la mascarilla, y quienes están completamente vacunados no necesitan llevarla, aunque puedan elegir hacerlo en las zonas con elevados ratios de contagio e índices de vacunación bajos.
La directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés), Rochelle Walensky, admitió que el país vuelve a vivir un "momento crítico" por la virulencia con la que se está extendiendo la variante delta, mucho más contagiosa, "una de las enfermedades más infecciosas" que según dijo ha visto en sus veinte años de carrera.
Según explicó, la variante delta es responsable del 83 por ciento de los nuevos casos.
En Estados Unidos la vacunación ha registrado un fuerte frenazo en las últimas semanas, los contagios se han acelerado hasta el punto de subir un 53 por ciento en los últimos siete días y los ingresos hospitalarios por la enfermedad han aumentado el 32 por ciento.
Pero los contagios, sobre todo, se están dando en zonas con bajos índices de vacunación.
El coordinador de la respuesta contra el coronavirus de la Casa Blanca, Jeffrey Zients, explicó que tres estados con bajo índice de vacunación, Florida, Texas y Missouri, acumulan el 40 por ciento de los casos. Uno de cada cinco casos de los que se registran en todo el país está en Florida.
Tanto Zients como el principal epidemiólogo del Gobierno, Anthony Fauci, insistieron en que las vacunan funcionan y evitan en muy alto grado la enfermedad grave. Si hay casos de contagios, insistieron, son leves y asintomáticos, y la amenaza está sobre todo sobre los no vacunados.
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