La policía se incautó de una veintena de certificados, además de más de 6.000 euros en su domicilio y 760 euros en su vehículo.
Las autoridades también detuvieron a una cómplice, que finalmente fue condenada a un año de prisión exento de cumplimiento y un segundo está siendo buscado en España.
Dos beneficiarios de los certificados fueron condenados a dos meses de prisión exentos de cumplimiento y a una multa de 1.500 euros.
Además, otra mujer de 30 años sospechosa de emitir documentos de vacunación falsos en la ciudad de Grenoble, en el este del país, fue dejada en libertad con cargos la semana pasada.
El Parlamento francés acaba de adoptar la obligatoriedad de presentar un certificado sanitario, que atestigüe la pauta de vacunación completa o un test negativo, para acceder a la mayor parte de los establecimientos públicos, como bares, restaurantes, cines y teatros.
A la espera de que la semana próxima se pronuncie sobre el mismo el Consejo Constitucional, el Ejecutivo tiene previsto introducir esta medida, el próximo día 9.
Hasta la fecha, 41 millones de personas han recibido al menos una dosis de la vacuna en Francia, es decir, el 60 % de la población. EFE
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