Perros se habrían comido cuerpo del niño asesinado por su padre en La Romana

El padre narró a los investigadores que dejó el cuerpo en el campo de caña, pero que cuando regresó solo encontró la cabeza, la que enterró

Manuel Antonio Vega

LA ROMANA.- Después de dos días de intensas búsquedas las autoridades solo  encontraron  la cabeza y algunos pedazos de carne  del infante de nueve meses, pues los perros habrían devorado su cuerpecito, después que su padre, Jonathan Tibó Teodoro haberlo asesinado y abandonado en un cañaveral.

La madre del infante reconoció las que las ropas encontradas en la escena correspondían a su vástago.

El mayor policial  Girón de los Santos, encargado del Departamento de Investigaciones Criminales de la policía (DICRIM), en Guaymate, explicó que Tibó Teodoro, le narró que tras la muerte del niño él  abandonó el cadáver, pero que luego regresó y solo encontró la cabeza y algunos huesos, lo que procedió  enterrar en el Cañaveral.

Dijo que fue al pueblo y buscó un  pico donde un obrero del Ayuntamiento Municipal, de nombre Tandil, con lo cual hizo el hoyo y enterró lo poco que habían dejado los perros del cuerpo del infante.

Explicó que Tibó cambiaba su confesión, para evitar ser atacado por los familiares de la madre del niño, que en todo momento estuvieron en la búsqueda.

Al lugar del hallazgo se presentaron un fiscal, miembros del Departamento de Investigaciones Criminales (DICRIM), el legista y autoridades del Tribunal de Niños, Niñas y Adolescentes del Departamento de Justicia de La Romana.

La madre del infante  se mantuvo los dos días en los cañaverales buscando a su prole, luego que su expareja confesara su plan macabro, que dio al traste con la muerte del infante.

Cuando fue localizado estalló en histeria y debió ser sacada a un centro hospitalario de Guaymate.

El hallazgo se produjo en un campo de caña perteneciente al municipio Guaymate, donde en principio hasta los familiares del bebé lloraban y exigían justicia.

Al respecto, la Policía Nacional, el médico legista actuante y la fiscal del Tribunal de Menores, Ivelisse del Rosario,. Dispusieron el envío del cuerpecito al Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF), en San Pedro de Macoris

Más temprano, las autoridades policiales y la Defensa Civil en el municipio de Guaymate informaron del hallazgo de un cadáver de un infante pero más tarde se determinó correspondía con  el que mató  Tibó y abandonó en un cañaveral luego de raptar en el batey Campiña de La Romana.

Tibó Teodoro, había cambiado  su versión del hecho, diciendo que enterró en un cañaveral a su hijo "porque se me murió  en los brazos".

Al momento del hallazgo de las osamentas con algunos trozos de piel, la policía era acompañada por Jonathan Tibó Teodoro, rastreando en un cañaveral en busca de su hijo que luego de ser apresado dijo que lo había matado y llevado a un cañaveral.

Había raptado el niño porque la madre se negaba regresar con él, lo que provocó que entre ambos se disputaran la custodia.

El padre del menor fue conducido preso al cuartel general del comando Este de la Policía Nacional en La Romana, de donde pasará a mano del Ministerio Público, que lo traducirán por ante el juez de la instrucción.

Cientos de curiosos llegaron al campo de caña, cuando se dio parte del hallazgo del cuerpo sin vida.

 

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