SAN PEDRO DE MACORIS. El director regional de Educación 05 reconoce que gran parte de sus logros se los debe a su abuelo quien le guió desde su niñez. Al recibirnos en su despacho de esa dependencia, Rivera nos cuenta con gran orgullo gran parte de su vida magisterial, desde sus inicios hasta estos tiempos. Nos narra que desde muy pequeño cuando apenas era un estudiante de primaria, siempre andaba con su cuaderno en las manos, pues tenía gran empeño en aprender y ser responsable con sus tareas. Nos dice que cuando inicia la secundaria en el liceo Federico Bermúdez en el municipio Ramón Santana, debía caminar 16 kilómetros para llegar al centro escolar, cuando no encontraba un caballo en el que en ocasiones se transportaba. En ese centro, de igual modo continuaba con gran empeño porque sentía frustración si recibía bajas calificaciones, porque siempre amó el aprendizaje. Con unos 22 años en el servicio magisterial, el educador admite que sus padres Catalina Nieves y Santiago Rivera, siendo el primer hijo de una numerosa familia, no poseían los recursos necesarios para él obtener un grado profesional y debió hacer numerosos esfuerzos para llegar al grado profesional que ostenta. Aclara que considera al magisterio como una vocación familiar puesto que también en su familia hay más de 12 maestros, entre primos, tíos, hermanos y su primogénito también tiene la misma inclinación. Enviar Al ser cuestionado sobre su labor gremialista a favor de los maestros nos dice que siempre se ha identificado con la lucha por su prójimo y el bienestar de los demás como si fuera el suyo. Dice que dentro de los lugares donde ha servido como educador figura la comunidad de Arroyo Lucas, Campo hoy perteneciente a El Seybo, donde laboró como director y maestro, al inicio de su carrera. También impartió docencia en la escuela básica de Santa Fe, en el batey Lechuga, y Villa Progreso nocturna, de donde sale a ocupar la posición actual. El hoy Director Regional de Educación cuenta con gran satisfacción se ser un educador consagrado, puesto que muchos de quienes fueron sus alumnos hoy ya son profesionales y otros siguen estudiando. Añade que le llena de gran placer cuando estos en las calles le reconocen. El licenciado Braulio Rivera es licenciado en educación, maestro de escuela magisterial, y otras capacitaciones en cooperativismo que ha recibido dentro y fuera del país. En relación a la preocupación del estudiantado de su circunscripción, expresa que le inquieta la indiferencia e indisciplina de éstos y que además los padres no colaboran lo suficiente para cambiar el actual panorama. Reveló que al finalizar su gestión desea y luchará para que los estudiantes de los liceos puedan cambiar su disciplina negativa, que cada maestro trabaje con la calidad demandada, que haya el mobiliario necesario y que estos sean verdaderos centros de formación y enseñanza. Por otra parte, al hacer mención de maestros a quien reconoce, dijo sentir gran admiración por la maestra Teresita Martínez, y los maestros Alfonzo Cabral y Mario Muñoz, pues tiene un gran respeto y admiración hacia ellos y otros que también marcaron su vida. También manifestó que cada vez que saluda a un maestro que imparte docencia en las aulas, les exhorta a tener paciencia y a luchar con tenacidad pues esta es una carrera donde hay que mostrar mucha cordura para formar a seres humanos. Al confesar su corazón el licenciado Braulio Rivera, aseguró que si volviera a nacer sería maestro otra vez; pues esto le ha llevado a cosechar éxito y ser un servidor en la vida. Con gran orgullo el mismo aseguro: Lo que soy lo debo a mi abuelo don José Nieves, pues él me crió y me ayudo a ser un hombre de bien pues inculcó en mi los valores, el trabajo y el respecto al prójimo. Manifestó que no puede olvidar que su primera semana de clase como educador no la pudo impartir, pues cayó un aguacero por cuatro días, por lo que debió dormir en el centro ese tiempo y los estudiantes tampoco acudieron.
SAN PEDRO DE MACORIS. El director regional de Educación 05 reconoce que gran parte de sus logros se los debe a su abuelo quien le guió desde su niñez. Al recibirnos en su despacho de esa dependencia, Rivera nos cuenta con gran orgullo gran parte de su vida magisterial, desde sus inicios hasta estos tiempos. Nos narra que desde muy pequeño cuando apenas era un estudiante de primaria, siempre andaba con su cuaderno en las manos, pues tenía gran empeño en aprender y ser responsable con sus tareas. Nos dice que cuando inicia la secundaria en el liceo Federico Bermúdez en el municipio Ramón Santana, debía caminar 16 kilómetros para llegar al centro escolar, cuando no encontraba un caballo en el que en ocasiones se transportaba. En ese centro, de igual modo continuaba con gran empeño porque sentía frustración si recibía bajas calificaciones, porque siempre amó el aprendizaje. Con unos 22 años en el servicio magisterial, el educador admite que sus padres Catalina Nieves y Santiago Rivera, siendo el primer hijo de una numerosa familia, no poseían los recursos necesarios para él obtener un grado profesional y debió hacer numerosos esfuerzos para llegar al grado profesional que ostenta. Aclara que considera al magisterio como una vocación familiar puesto que también en su familia hay más de 12 maestros, entre primos, tíos, hermanos y su primogénito también tiene la misma inclinación. Enviar Al ser cuestionado sobre su labor gremialista a favor de los maestros nos dice que siempre se ha identificado con la lucha por su prójimo y el bienestar de los demás como si fuera el suyo. Dice que dentro de los lugares donde ha servido como educador figura la comunidad de Arroyo Lucas, Campo hoy perteneciente a El Seybo, donde laboró como director y maestro, al inicio de su carrera. También impartió docencia en la escuela básica de Santa Fe, en el batey Lechuga, y Villa Progreso nocturna, de donde sale a ocupar la posición actual. El hoy Director Regional de Educación cuenta con gran satisfacción se ser un educador consagrado, puesto que muchos de quienes fueron sus alumnos hoy ya son profesionales y otros siguen estudiando. Añade que le llena de gran placer cuando estos en las calles le reconocen. El licenciado Braulio Rivera es licenciado en educación, maestro de escuela magisterial, y otras capacitaciones en cooperativismo que ha recibido dentro y fuera del país. En relación a la preocupación del estudiantado de su circunscripción, expresa que le inquieta la indiferencia e indisciplina de éstos y que además los padres no colaboran lo suficiente para cambiar el actual panorama. Reveló que al finalizar su gestión desea y luchará para que los estudiantes de los liceos puedan cambiar su disciplina negativa, que cada maestro trabaje con la calidad demandada, que haya el mobiliario necesario y que estos sean verdaderos centros de formación y enseñanza. Por otra parte, al hacer mención de maestros a quien reconoce, dijo sentir gran admiración por la maestra Teresita Martínez, y los maestros Alfonzo Cabral y Mario Muñoz, pues tiene un gran respeto y admiración hacia ellos y otros que también marcaron su vida. También manifestó que cada vez que saluda a un maestro que imparte docencia en las aulas, les exhorta a tener paciencia y a luchar con tenacidad pues esta es una carrera donde hay que mostrar mucha cordura para formar a seres humanos. Al confesar su corazón el licenciado Braulio Rivera, aseguró que si volviera a nacer sería maestro otra vez; pues esto le ha llevado a cosechar éxito y ser un servidor en la vida. Con gran orgullo el mismo aseguro: Lo que soy lo debo a mi abuelo don José Nieves, pues él me crió y me ayudo a ser un hombre de bien pues inculcó en mi los valores, el trabajo y el respecto al prójimo. Manifestó que no puede olvidar que su primera semana de clase como educador no la pudo impartir, pues cayó un aguacero por cuatro días, por lo que debió dormir en el centro ese tiempo y los estudiantes tampoco acudieron.